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MADRID, España, mayo 7, 2011.- Tropas sirias apoyadas con tanques y vehículos artillados entraron a la ciudad de Banias en una acción que aumenta la escalada de represión del régimen del presidente Bashar Al-Assad contra el movimiento prodemocracia.
El despliegue de las fuerzas de seguridad se produce un día después de violentos enfrentamientos entre la policía y manifestantes en varias partes de ese país que dejó al menos 30 muertos, de acuerdo con reportes de activistas.
Las líneas telefónicas y el suministro de energía eléctrica fueron interrumpidos cuando se registraba la entrada de los tanques en la ciudad costera, al mismo tiempo que barcos de guerra fueron visto en las inmediaciones del puerto.
Activistas de derechos humanos apenas si lograron reportar sobre el despliegue de las tropas pero la información de la ocupación en la ciudad de Banias, predominadamente sunita, era incompleta.
Sin embargo, "los residentes están reportando el sonido de disparos y se observaron barcos de guerra frente a las costa", declararon testigos al canal qatarí de noticias Al Yazera.
Al-Assad es alauí, un grupo religioso minoritario derivado del chiismo, una de las principales ramas del islamismo. La mayoría de los altos cargos del Ejército y el aparato de seguridad del Estado están ocupados por esta confesión religiosa.
"Parece que se disponen a atacar la ciudad como ya hicieron en Deraa", la ciudad sureña donde surgió el movimiento de protesta y en la que el ejército entró el 25 de abril y empezó a retirarse el jueves, aseguró uno de los activistas.
En Banias, una ciudad en la costa del Mediterráneo que ha sido el foco de una de las protestas más persistentes, el líder de las protestas Anas al-Shughri había denunciado esta semana que agentes de seguridad vestidos de civil fueron desplegados en la localidad.
Las autoridades sirias han calificado a la ciudad de Banias como un "centro del terrorismo salafista". Shughri negó que los residentes tuvieran armas y afirmó que grupos de jóvenes con palos estaban bloqueando rutas y enfrentando a fuerzas armadas que se expandieron por el área.
El centro de la ciudad ha estado bajo el control de los manifestantes desde que, de acuerdo a residentes, simpatizantes de Al-Assad conocidos como "al-shabbiha" abrieron fuego el 10 de abril luego de una protesta que pedía "la caída del régimen".
Más de 580 civiles y 100 soldados han muerto desde el inicio de las movilizaciones antigubernamentales en marzo, según grupos de derechos.
Los manifestantes volvieron a salir el viernes a las calles a pesar de la represión sangrienta y el refuerzo de la seguridad a los niveles más altos desde el inicio de las protestas a mediados de marzo.
Esta nueva jornada de protestas fue convocada por los grupos opositores y bautizada como "viernes del desafío". En Damasco las autoridades sirias detuvieron ayer a Riad Seif, uno de los líderes más prestigiosos de la oposición, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Seif, de 64 años, estuvo dos años y medio preso, entre enero de 2008 y julio de 2010, por abogar por más democracia. Estados Unidos advirtió que tomaría medidas adicionales contra Siria si el gobierno del presidente Al-Assad no pone fin a la violenta represión de las protestas.
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