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SAO PAULO, Brasil, ene. 1, 2011.- La nueva presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, asumió el cargo al prestar juramento ante el pleno del Congreso nacional, en una ceremonia que cuenta con la asistencia de mandatarios y cancilleres de numerosos países latinoamericanos.
Dilma Rousseff salió temprano de la Granja do Torto, residencia campestre del Ejecutivo en las afueras de Brasilia, en la que vivió los dos últimos meses, para dirigirse al Congreso Nacional, donde juró al cargo.
Como homenaje por ser la primera mujer que ocupa la Presidencia brasileña, Dilma también fue escoltada por integrantes del cuerpo femenino de la Policía Federal. En la sede del Legislativo, Rousseff, una economista de 63 años, se dirige al pleno de la Cámara de Diputados.
A la ceremonia asistieronn los jefes de Estado de Bolivia, Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, Guinea Bissau, Uruguay, Paraguay, Perú, República de Guinea, Surinam y Venezuela, así como el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton.
También estuvieron presentes el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, los primeros ministros de Portugal, José Sócrates; de Corea del Sur, Kim Hwang-Sik, y de Bulgaria, Boiko Borisov.
La nueva presidenta de Brasil afirma que la primera prioridad de su gobierno será dar una 'lucha obstinada' contra la miseria, que a su juicio 'impide nuestra afirmación plena como país desarrollado'.
En medio de constantes ovaciones, en la que cientos de partidarios coreaban su nombre, la flamante mandataria aseguró además que su administración, que se extenderá hasta 2015, trabajará por la 'creación de oportunidades para todos'.
'No voy a descansar mientras hayan brasileños sin alimentos en la mesa, mientras haya familias en las calles, mientras haya niños pobres abandonados a su propia suerte', enfatizó la ex guerrillera de 63 años.
Tras recordar que la consolidación y unidad de la familia se da 'en el alimento, la paz y la alegría', la presidenta Rousseff aseveró que 'es este el sueño que voy a perseguir'.
Advirtió, sin embargo, que la pobreza 'no puede ser eliminada de forma aislada', por lo que pidió el apoyo de las 'instituciones públicas y privadas, de todos los partidos, de las empresas y de los trabajadores, de las universidades, de la juventud'.
La jefa de Estado demandó, en ese sentido, el respaldo en esta lucha de 'toda la prensa y de las personas de bien', porque la 'superación de la miseria exige priorizar en la sustentación de un largo ciclo de crecimiento' económico.
'Es con el crecimiento que serán generados los empleos necesarios para las actuales y nuevas generaciones', observó la presidenta Rousseff, que hizo historia este sábado al convertirse en la primera mujer en llegar a la Primera Magistratura de Brasil.
Al respecto comentó: 'Vengo para abrir puertas para que muchas otras mujeres también puedan, en el futuro, ser presidenta, y para que, en el día de hoy, todas las brasileñas sientan el orgullo y la alegría de ser mujer'.
Mujer no es sólo coraje, es cariño también. Y es con ese cariño que quiero cuidar de todos los brasileños y que así tengamos paz en el mundo', concluyó Rousseff, en medio de la ovación de los asistentes a su posesión, en la sede del Congreso.
Después de jurar el cargo, Rousseff recibió honores militares y luego fue al Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, donde se reunió con Luiz Inacio Lula da Silva, quien le entregó la banda presidencial.
Rousseff recibió enseguida el saludo de las autoridades extranjeras y despidió a Lula al pie de la rampa que conduce al palacio.
La presidenta pronunció un segundo discurso, esta vez desde el "parlatorio" una especie de púlpito en la parte exterior del Palacio de Planalto, luego firmó los nombramientos de sus ministros y terminará los actos oficiales de investidura con un cóctel para invitados especiales en el Palacio Itamaraty, sede de la cancillería.
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