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MIAMI, Estados Unidos, dic. 30, 2010.- El sepelio del ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez se realizará en Venezuela y no en Estados Unidos, informaron este jueves los familiares en esta ciudad con lo que se evitó una disputa legal.
La compañera del ex presidente venezolano, Cecilia Matos, y sus dos hijas en Miami dijeron en una declaración que no disputarán una acción legal de los familiares en Venezuela, que impidió el miércoles el sepelio en Miami.
“Repatriarlo es una manera de rendirle tributo”, indicaron Matos y sus hijas Cecilia Victoria y María Francia en una breve declaración.
Matos, quien fue por años pareja del ex presidente, y sus hijas habían hecho preparativos para sepultar a Pérez en Miami, donde falleció el sábado pasado de un ataque cardiaco a los 88 años.
Pero una moción legal presentada a nombre de Blanca Rodríguez de Pérez, de la que el ex presidente nunca se divorcio y sus hijos en Venezuela impidió el sepelio al solicitar que los restos fueran enviados a su país.
Rodríguez presentó a través de su abogado la acción judicial ante una corte de Miami-Dade, y argumentó que dado que nunca se oficializó su divorcio ella es la que debe decidir sobre los restos.
Pérez tuvo seis hijos de su primer matrimonio con Blanca Rodríguez (1948) y otros dos, Cecilia Victoria y María Francia, de su unión con su secretaria Cecilia Matos, con la que vivía en Miami.
La noche del miércoles Matos y sus dos hijas realizaron una misa en Miami de cuerpo presente en la Iglesia St. Thomas a la que asistieron unas 200 personas, entre ellos varios líderes políticos y empresarios de Venezuela.
Pérez, quien gobernó en dos periodos a Venezuela (1974-1979 y 1989-1993), salió airoso de dos intentos de golpe de Estado, uno de ellos encabezado por el entonces teniente coronel Hugo Chávez, el actual presidente.
En su primer mandato estatizó la industria petrolera e incurrió en abultados gastos públicos, con el respaldo de los elevados precios del crudo.
Mientras en el segundo dio marcha atrás con la política de nacionalización, acordó con el Fondo Monetario Internacional recortes de subsidios, privatizaciones de empresas y nuevos impuestos.
La Corte Suprema lo obligó a dejar el poder en 1993, en medio de un escándalo de corrupción y en 1994 fue condenado por malversación de fondos y tras cumplir 28 meses de arresto domiciliario fue liberado en septiembre de 1996.
En 1998 de nuevo fue arrestado por otras acusaciones a las que calificó como maniobras de sus opositores políticos. Vivía en Miami pues tenía cargos judiciales en su contra que le impedían regresar a su país.
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