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El mal olor pocas veces pasa desapercibido. Cuando viene de alguien que nos habla puede convertirse en una situación incómoda.
"Sí, es muy desagradable", reconoce Tania.
"Si no tengo la confianza disimuladamente saco un chicle y le digo oye ¿no quieres? Y si tengo la confianza sí, de plano le digo oye comete un chicle porque te huele la boca y ya", admite Carlos.
Otros prefieren no decir nada.
"Siempre da penita, da vergüenza la verdad. Pues a veces yo creo que no nos damos cuenta, tenemos que tener más cuidado en el aseo", dice Patricia.
Se estima que el 60% de la población sufre de halitosis o mal aliento, y el 50% no lo sabe.
En el 80% de los casos el origen del problema está en la boca debido al mal aseo o tener piezas dentales con caries.
Usar hilo dental y hacerse un cepillado después de cada comida, evita la formación de placa dentobacteriana que puede producir inflamación en las encías y mal aliento.
"Visitar constantemente al dentista, probablemente llevar un dulce a la boca, una goma de mascar, algo que a parte de dar frescura al aliento, permita quitar ese mal olor y dar otra sensación a la boca y otro aliento para la gente que está enfrente de nosotros", afirma César López.
El resto de los casos, son por causas externas como: enfermedades de tipo respiratorio o digestivo, consumo de alimentos o medicamentos.
"El paciente viene aquí porque le huele mal la boca, nosotros lo que debemos hacer es una revisión completa del paciente para poder valorar si en realidad es un problema otorrinolaringológico o es alguna otra causa de tipo externa", detalla Eduardo Bracamontes, médico especialista en otorrinolaringología IMSS.
Se recomienda tener buenos hábitos de higiene bucal y acudir al dentista cada seis meses para revisión y limpieza.
AGHO
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