'MalalaDay' en la ONU

Esta niña paquistaní sobrevivió a un ataque talibán en octubre pasado, 9 meses después, su petición se escuchó en las Naciones Unidas

Tan sólo en su natal Paquistán, más de cinco millones de niños no van a la escuela.  Razón por la que, desde los once años, Malala Yousafzai  alzó la voz y desafió al talibán, grupo terrorista que se opone a la educación.

"Yo quiero servir, quiero servir a la gente y quiero que cada niña, cada niño, tenga acceso a la educación", afirmó Malala.

Siempre, con el apoyo de su familia.

"Nuestro sueño es educar a los niños y sobre todo a las niñas. Porque si tú educas a las niñas, educas a las familias, a las siguientes generaciones, educas a todos los niños que están por venir", afirmó el padre de Malala.

Lucha que ha dado recompensas, pero que el año pasado puso en riesgo la vida de Malala.

El 9 de octubre, fue trasladada de emergencia a un hospital de Peshawar, en Paquistán, tras ser atacada por el talibán.

Iba de regreso a casa, cuando un comando armado paró la camioneta en la que viajaba y le disparó en la cabeza y el hombro.

Fue sometida a una cirugía de más de tres horas para quitar la bala que le perforó el cráneo, seis días después, fue traslada a un hospital en Reino Unido, donde permaneció internada por más de tres meses.

Según un portavoz talibán, se trató de una advertencia para que la familia Yousafzai claudicara de la lucha a favor del acceso a la educación.

Para Malala, ocurrió lo contrario.

"Los terroristas pensaron que cambiarían mis objetivos y que acabarían con mis ambiciones. Pero nada cambió más que esto: la debilidad, el temor y la desesperanza murieron, y la fortaleza, el poder y el valor nacieron".

Durante  su primer discurso en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, Malala lanzó un llamado a la comunidad internacional.

"Luchemos a nivel global contra el analfabetismo, la pobreza y el terrorismo. Tomemos libros y plumas. Son nuestras armas más poderosas. Un niño, un maestro, un libro y una pluma pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución".

También se refirió al 12 de julio, fecha en la que además de festejar su cumpleaños, Naciones Unidas declaró como el Día de Malala.

"No es mi día. Hoy es el día de todas las mujeres, de todos los niños y de todas las niñas que han alzado la voz para pedir por sus derechos".

En septiembre, Malala regresará a la ONU y participará en la Cumbre Educativa de líderes mundiales, durante la semana de la Asamblea General.

Acompañada del ex primer ministro británico Gordon Brown, quien es enviado especial de la ONU para la educación, Malala exigirá acciones concretas en beneficio de 57 millones de niños de todo el mundo que no tienen acceso a la educación.

AGHO