Un tema que no podrá dejarse de lado es el de la seguridad fronteriza durante la visita que realizará Barack Obama, presidente de Estados Unidos a México.
Para algunos especialistas en las relaciones México-Estados Unidos, el tema es importante por las recientes revelaciones en el estado de Texas.
"En Texas hay un problema complicado, ya han empezado a salir documentos de investigaciones muy serias en los Estados Unidos de que los que manejan el narcotráfico al interior de los Estados Unidos no son mexicanos, por supuesto hay, pero que básicamente como empresarios estadounidenses son los que introducen la droga y la trasladan eso tiene cierta lógica, pero no había investigaciones que lo demostraran", dijo Raúl Benítez Manaut, del Instituto de Investigaciones de América del Norte de la UNAM.
Estiman que la droga, al cruzar la frontera, aumenta en 50 por ciento su valor y el traslado por territorio estadounidense multiplica el 300 por ciento su valor. Las ganancias de ese tránsito son para estadounidenses.
"En este momento el eslabón débil es el este de Texas que hace frontera con Tamaulipas y con Nuevo León. Se ha restaurado mucho la condición de seguridad en la parte de Baja California en la parte de Arizona, Sonora, incluso en Ciudad Juárez ha mejorado, pero lo que es el valle de sur de Texas y las ciudades fronterizas de Tamaulipas, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, Río Grande, todas estas ciudades son un caos", añadió Raúl Benítez Manaut.
Los especialistas saben que no es un tema fácil. La seguridad fronteriza no sólo es asunto de buena voluntad. Existen multifactores para que esa meta se alcance.
"Y es una discusión que no se resuelve fácilmente porque depende de factores más o menos estructurales. Por un lado pues un ambiente de opinión pública o por lo menos de ciertos grupos de opinión pública que hace muy difícil cambiar las leyes en Estados Unidos por el control de armas y una debilidad del estado mexicano que hace difícil hacer efectivo controlar el flujo de drogas hacia Estados Unidos", añadió Jorge Chabat, analista del CIDE.
Si bien la visita de Obama es corta, hay muchos temas que discutir en términos diplomáticos. Es importante que ambos mandatarios se reúnan en persona para que el mensaje llegue a ambos lados de la frontera.
"En la visita se puede esperar que los gobiernos tengan confianza uno a otro para poder hacer intercambios de información y que de a de veras se vayan conociendo las redes binacionales sobre todo Tamaulipas-Texas, pero no exclusivamente porque son más complejas, pero sí hay un eslabón muy fuerte en lo que es el sur de Texas y norte de Tamaulipas", aseveró Raúl Benítez Manaut, del Instituto de Investigaciones de América del Norte de la UNAM.
La voluntad estará de manifiesto en ambas partes, aunque al final será la voluntad de los Congresos aprobar las reformas que ambos países requieren para alcanzar la tranquilidad en una frontera de tres mil 185 kilómetros.
"Pero sí tiene que pedir pues que se respete sus derechos humanos yo creo que ese es el énfasis que debe de haber", concluyó Jorge Chabat, analista del CIDE.
VM,
[[order]] [[autor]] escribió el [[time | date DD/MM/YYYY HH:mm]]
[[comment]]