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PARÍS, Francia, mar. 2, 2013.- No habrá ninguna señal, ningún flash visible, se fundirán con el tráfico. Se trata de los radares móviles de nueva generación que la seguridad vial francesa desplegará a partir del próximo 15 de mayo en 20 de los 100 departamentos del país galo. Estarán ocultos en las matrículas de los vehículos banalizados con dos policías a bordo, podrán controlar máticamente los coches que circulan por delante.
En la primera fase del nuevo operativo para luchar contra los excesos de velocidad habrá 20 vehículos equipados con los radares invisibles; posteriormente saldrán a las s otras 280 unidades con objeto de completar el parque de estos radares que antes del año 2020 deberá contar con 300 unidades.
Los radares camuflados tendrán un margen de error del 10%, se sancionará a los conductores a partir de que su vehículo alcance los 61 km por hora en un tramo urbano.
Si un radar invisible detecta a un movilista a 138 km por hora en una pista francesa limitada a 130 km éste no será sancionado ya que su velocidad (138 km/h menos 10% igual a 124 km/h) se sitúa por debajo de la velocidad rizada. En cambio, si el conductor circula a 146 km/h sí recibirá una multa con una velocidad detectada de 131 km/h (146 km/h menos 10%).
El costo de un radar de nueva generación asciende a 92 mil dólares la unidad incluido el vehículo en el que va instalado.
La velocidad excesiva figura en Francia como la principal causa de mortalidad vial, responsable del 26% de los accidentes mortales en las s el año pasado. Con el nuevo dispositivo las ridades galas buscan reducir en dos mil el número de decesos en la red vial de aquí a 2020.
MACO
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