Usos y costumbres

Por Bogdán Castillo | Fuente: Noticieros Televisa | 2012-11-07

usos y costumbres

Tras meses de asumir el rol de pareja sexual de su propio padre, Ixchel se entera que está embarazada

Reportero (R): ¿En qué momento tienes contacto con papá?

Ixchel, víctima (I): En la noche.

R: ¿Desde qué edad papá te molestaba en la noche?

I: Desde los 13 años.

"La costumbre en esas poblaciones está aniquilando cualquier tipo de derecho que haya ganado el género femenino", dijo María Jesús Ocaña Dorantes, fundadora de Casa Crisal.

Tras la ausencia y el abandono de su madre, Ixchel, con tan sólo 13 años de edad, tuvo que transformar los juegos de niños en sometimiento. Cambiar la escuela por los quehaceres domésticos y asumir el papel de pareja de su propio padre.

"Es que él se iba a trabajar a la milpa. Cuando él llega, como soy yo la más grande de la casa tenía que hacer la comida, lavar, hacer el quehacer de la casa. Cuando él llegaba, si la comida no estaba lista me pegaba. El primer día que empezó me amenazó, me dijo que si yo no estuviese con él me iba a pegar", añadió Ixchel.

Situaciones que lejos de cuestionarse, se aceptan, porque así es la costumbre. Ixchel no es la única niña víctima de la ignorancia hereditaria que prevalece en pleno siglo XXI, en muchas comunidades indígenas del estado de Yucatán.

"El hombre cuando llega necesita ser atendido, cuando no está la mamá, la hija mayor es la que atiende. No solamente lo atiende en proveerle la comida, sino incluso en acompañarlo a la milpa en donde muchas ocasiones se han dado los abusos, en la milpa, en las noches, cuando están todos durmiendo en un solo cuarto, en las hamacas y lo sabe la madre, de hecho esta a veces la madre en la hamaca y no sucede nada", agregó María Jesús Ocaña.

Tras meses de asumir el rol de pareja sexual de su propio padre, Ixchel recibe una noticia cuando acudió a vacunarse a un centro hospitalario, el personal le informó que estaba embarazada.

"Me enteré cuando yo tenía ganas de vomitar, me mareaba mucho. Sólo me vio muy pálida y me dijo que yo me acostara allá. Me empezó a chocar mi panza y llamó a la doctora y le dijo que yo estaba esperando un bebé. No dije nada porque tenía miedo porque me golpeaba. Me dijo que dijera que no fue él", agregó Ixchel.

Pese a las presiones y amenazas por parte de sus abuelos y comunidad, Ixchel decidió denunciar a su padre, lo que culminó con el encarcelamiento, pero también con el destierro de su familia y de su comunidad.

"Pues incluso por ejemplo les han dicho en alguna ocasión, fíjate de lo que estás diciendo, mira, eso ya te pasó, ya olvídalo, vas a echarle a perder la vida a un adulto. Tú puedes recomendar, el adulto ya no y eso hace que la seguridad con la que las niñas van a rendir una declaración a ratificarse se vayan para atrás", agregó María Jesús Ocaña, fundadora de  Casa Crisal.

A sus 15 años, Ixchel se encuentra en el dilema de su vida: volver a integrarse a su comunidad, jugar con sus amigas y platicar con su hermanita de 8 años. A cambio del desistimiento de la denuncia en contra de su padre.

"Sí, nosotros queremos que regresen, ésta es su casa y es lo que queremos. No me importa que vengan con un bebé, es mi nieta y al bebé lo vamos a reconocer aunque veamos un fracaso, al final del día son nuestros hijos y les vamos a dar amor. Hay solución para todos, yo puedo perdonar a las personas, yo los puedo personas a ellas", agregó Pedro Pablo Jaucu, abuelo de Ixchel.

Ixchel vive temporalmente en la Casa Crisal, donde le da refugio, asesoría legal, así como atención física y psicológica. Ella quisiera regresar a su casa, pero el precio es muy alto. Son costumbres difíciles de romper.

En la próxima entrega, el caso de Ixchel no es el único en Yucatán.

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