Nadie sabe cuándo va a ocurrir el próximo terremoto.
Ni en México, ni en los Estados Unidos, en ninguna parte del mundo. Pero en este edificio si se sabe que se va a presentar un terremoto equivalente a 8.8 grados en la escala de Richter.
El departamento de ingeniería estructural de la Universidad de California en San Diego se encarga de simular terremotos en edificios de cinco y siete pisos.
"El edificio se construye en la mesa misma, se contratan empresas constructoras que son las encargadas de construir el edificio, nosotros básicamente estamos a cargo de toda la etapa de ensayo y de instrumentación, análisis de resultados y análisis de datos", explica Rodrigo Astroza, de simulación de terremotos de la Universidad de California en San Diego.
Se trata de la mesa de simulación de terremotos más grande del mundo, que logran mover cargas de casi 700 toneladas.
"Esta es la mesa de vibrar a gran escala, el objetivo principal es simular el movimiento del terremoto".
El costo de la mesa fue de seis millones de dólares y cada experimento cuesta cinco millones de dólares más, porque primero hay que construir los edificios, equiparlos y después, derribarlos.
"En el caso particular de esta mesa, trae una herramienta invaluable, para estudiar el tema de ingeniería sísmica, e ingeniería de terremotos".
En abril pasado se realizó el simulacro en un edificio replica de un hospital, a escala real, con muebles, sala de terapia intensiva, elevador y todo el equipamiento real. También se probó la respuesta de los materiales ante un incendio.
La mesa de simulación mide siete metros de ancho por 12 de largo. La maquinaria se encuentra bajo la tierra.
Esta mesa de simulación de terremotos puede alcanzar una fuerza de hasta de 4G, según nos explican los científicos, es decir, mayor a la registrada en los terremotos de los últimos años, tanto en Chile como en Japón.
Rodrigo Astroza ha vivido la experiencia de los terremotos en su país de origen: Chile. Ahora busca, con el equipo de ingenieros de la Universidad de California en San Diego, materiales y las estructuras más resistentes.
"La tendencia que existe en el diseño sismo resistente, es incluir la aislación basal, poner dispositivos en la base de la estructura de tal manera de que todo el movimiento del suelo sea absorbido por estos aisladores sísmicos, y que la energía no entre en mayor medida a la estructura".
Confirma que México es uno de los países con mayor actividad sísmica y explica que la mayor parte de los edificios colapsados en el terremoto de 1985, tenían entre ocho y 15 pisos.
Durante el curso de periodismo científico realizado en la Universidad de California en San Diego por la Fundación Ealy Ortiz, expuso que la Ciudad de México cuenta con uno de los reglamentos de construcción más avanzados.
"Nuestros países siempre van a estar sometidos a la amenaza sísmica día a día, lo más importante es centrarse a corto plazo y estar preparados para cuando vengan estos grandes terremotos".
Los simulacros de terremotos en edificios son muy complejos y pueden tomar meses o años de preparación. Las enseñanzas permitirán mejorar las estructuras de los edificios en todo el mundo.
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