El 'vochol' llega a París

Un vocho de tamaño real, cubierto con 90 kilos de chaquira, formando un diseño exclusivo, llega al Museo del Quai Branly, en París; su nombre es una combinación de las palabras vocho y huichol

PARÍS, Francia, oct. 2, 2012.- El "vochol", esta pieza única del arte popular mexicano, elaborada por los maestros huicholes de Nayarit y Jalisco, entró por la puerta grande al templo de la cultura universal, el Museo del Quai Branly, bajo la atenta mirada de la emblemática Torre Eiffel.

El nombre de esta maravilla, inaugurada con toda solemnidad en la Ciudad Luz es una combinación de las palabras "vocho" y huichol.

La obra, un "vocho" de tamaño real con un diseño exclusivo a base de chaquira, se estacionó en la capital parisina luego de un largo recorrido por diversas ciudades mexicanas y estadounidenses para mostrar la fuerza de la creatividad que existe en México.

"Queremos ser un símbolo mexicano de paz, de creatividad, de ayuda, de trabajo, que no se hable mal de nosotros, sino que se hable cada día mejor", dice Marie Thérèse Hermand de Arango, presidenta del Museo de Arte Popular de México.

Por su parte, Sonya Santos de Arredondo, presidenta de la Asociación de Amigos del Museo de Arte Popular de México, señaló:

"Son más de 90 kilos de chaquira, que son 2 millones 277 mil piezas de chaquira de vidrio pequeñas. Fueron ocho huicholes los que lo hicieron, dos familias. Estamos hablando de un año de trabajo".

Es un momento histórico para el arte popular mexicano que ya ha adquirido una dimensión.

"Es un día histórico, muy feliz para nosotros como Asociación de Amigos del Museo de Arte Popular, estamos muy contentos de haber logrado una de nuestras metas más importantes, que es la difusión del arte, la historia y la cultura de nuestro país", agrega Sonya Santos.

De acuerdo a la opinión de Stephane Martin, presidente del Museo de Quai Branly, París, "México es actualmente uno de los países más interesantes de la escena artística. Existe ahí una alianza extraordinaria entre el arte tradicional, el arte prehispánico y la creación contemporánea, nos sentimos felices y curiosos por saber lo que pasa en el México contemporáneo, este es un bello ejemplo".

Estamos ante una obra de indiscutible belleza que arranca suspiros, permite soñar y conectarnos con las deidades ancestrales, una obra que seguirá viajando sobre ruedas.

Esta joya mexicana podrá ser admirada en el Museo del Quai Branly, durante dos meses. En diciembre viajará a Alemania, a finales de enero del año 2013 se trasladará a Bélgica.