Niñas alcohólicas (Parte 1)

En México hay casos de niñas que no han terminado la primaria y ya son dependientes del alcohol, una enfermedad que no respeta clase social, sexo ni edad. Un trabajo de Luis Pavón Vázquez

CIUDAD DE MÉXICO, México, sep. 25, 2012.- "Soy Claudia, tengo 19 años?empecé a beber a los ocho".

"Yo empiezo a consumir alcohol a la edad de ocho años", dice Jesica.

A los 13 años Claudia y Jesica ya vivían para y por el alcohol, a los 14 ya estaban en Alcohólicos Anónimos.

"Cuando yo entro a la secundaria, a partir de 6º de primaria a 1º de secundaria, entonces explota mi enfermedad. Empiezo a consumir fuerte, empiezo a faltar a la casa, empiezo a llegar embrutecida, a veces me desaparecía", recuerda Jesica.

Claudia, la madre de Jesica, empezó a notar el alcoholismo en su hija a los 13 años, pero no le dio importancia. Lo consideró algo normal, cosas de la juventud.

"Era una  niña que no me daba problemas en el sentido de las calificaciones, muy aplicada pero obviamente se fue deteriorando la conducta. Empecé a regañarla, la regañaba mucho porque pensaba que algo le estaba pasando y me entró mucho miedo, lo primero que pasa por la cabeza cuando uno ve a un hijo así es la negación, 'no es cierto, no es cierto no es cierto'. Está mareado porque se le bajó la presión, porque no comió bien, llega muy cansado y no darse cuenta por lo que ellos están pasando".

Claudia reaccionó hasta que su hija intentó suicidarse y fue que buscó ayuda. Y es que la mayoría de los padres de las menores alcohólicas se niegan a reconocer el problema de sus hijas e incluso apoyarlas para su rehabilitación debido al estigma social.

Sin embargo, estudios recientes indican que las niñas de hoy, abusan del alcohol como nunca lo hicieron generaciones anteriores.

Un problema que se ha vuelto emergente en México.

"Además de que se está anticipando la edad de inicio, se está feminizando la adicción", explica Roberto Karam, vicepresidente de Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos A.C.

"Hay algunos centros del sureste del país donde nos han llegado hasta el 10% de pacientes menores de edad, menores de los 10 años, de estos pacientes cuatro a uno son mujeres", afirma Carmen Fernández, directora de Centros de Integración Juvenil.

Los datos más recientes del Instituto Mexicano de la Juventud indican que las mujeres, fue el grupo que registró mayor crecimiento de consumo de alcohol de 2005 a 2010, al pasar de del 32 al 45%.

Alcohólicos anónimos cifra en 4%, los casos de las mujeres adolescentes que consumen alcohol y ya asisten a rehabilitación.

"Aquí es por tendencia o moda, donde muchas chicas buscan, ahorita por cuestiones de equidad de género, demostrar una posición social, cultural es que las mujeres han empezado a tomar, inclusive, en algunas veces hasta más que lo hombres", explica Karam.

Claudia era uno de esos casos, en los que bebía más que sus amigos hombres. Cuenta que a los 12 años ya se tomaba dos botellas de licor ella sola diariamente. Una adicción que empezó en su casa.

"Cuando había fiestas, navidades, cumpleaños, toda mi familia bebía y lo que dejaban pues yo me lo tomaba. Ya cuando yo empezaba a beber ya todos  estaban bien crudos o dormidos, ya se habían ido a sus casas y como casi siempre bebían en mi casa, bueno, en la casa de mi madre pues ya veía que mi mamá se dormía y empezaba yo a beberme lo que habían dejado. Yo si llegué a los 14 años a quedar tirada en la calle, toda vomitada y en lugar de que me ayudaran los amigos, que decían eran mis amigos me dieron la espalda, la gente pasaba y me escupía".

Datos de la Secretaría de Salud (SSa) han  identificado que consumir alcohol antes de los 15 años de edad aumenta en cuatro veces más el riesgo de dependencia.

Además que los daños que causa el alcohol en las niñas es más severo que en los menores varones.

"La mujer no puede tomar a la par que el hombre. La mujer metabolizamos más lentamente el alcohol, nos tardamos más en desechar el alcohol. Hay más grasa en el cuerpo, menos masa muscular, somos de menor estatura, son muchos los factores por los que metabolizamos más lentamente el alcohol", detalla Carmen Fernández.

El alcoholismo que están registrando las adolescentes mexicanas ha hecho que se creen centros especializados de atención a mujeres.

Hoy a sus 20 años y después de vivir cuatro sumergida en el alcohol, Jesica se abraza a la sobriedad acompañada de su hijo de dos años, luchando día a día por no probar una gota de alcohol  a pesar de que el alcoholismo sigue presente en su casa.

"Mi vida ha cambiado en todo, en todo. Pero sobre todo la que necesita cambiar soy yo, porque si llegara a decir que mi padre sigue bebiendo, así  es. La familia sigue girando en torno a la enfermedad, realmente la que me dicen que aquí la que es importante, soy yo".