CIUDAD DE MÉXICO, México, jul 25, 2012.- Uno de los temas con mayor rezago que el nuevo gobierno enfrentará, es el migratorio. El gobierno que termina no hizo nada por los migrantes y el proceso hoy vive uno de sus peores momentos. Las agresiones a los migrantes centroamericanos que transitan por México son cotidianas, poco o nada se hace por los mexicanos en Estados Unidos o por los que regresan de ese país para no ser perseguidos por legislaciones locales en un mercado laboral deprimido. La situación no puede seguir como está. Se requiere una profunda reflexión que aborde todas las expresiones del fenómeno migratorio y revise lo que las diferentes instituciones hacen, o dejan de hacer. México es espacio de llegada, tránsito, salida y retorno de migrantes. Cada uno de estos grupos requiere programas de atención específicos.
Quizá valga la pena recordar que los últimos programas de protección y ayuda a los migrantes; el programa paisano y los llamados grupos Beta, hoy a la deriva y con muy pocos recursos, fueron diseñados e instrumentados por gobiernos priistas, con la participación de académicos y organizaciones de la sociedad civil. Lo menos que podemos exigirle al nuevo gobierno, también priista, es que retome y amplíe esas prácticas.
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