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WASHINGTON, Estados Unidos, mar. 14, 2012.- Los científicos siguen estudiando las tormentas solares que estarán a la orden del día en este año. Un investigador y compositor de la Universidad de Michigan ha ideado un método para estudiarlas de manera distinta: versiones con sonido de los destellos y el embate de las ondas de plasma. Lo que llaman, el estudio de The Hum o el sonido del apocalipsis.
Robert Alexander, un alumno de doctorado en ciencia del diseño que trabaja con una beca de la NASA, dijo que información en forma de sonido puede ayudar en la investigación de datos.
Para este proyecto, Alexander empleó datos del Espectrómetro de Plasma con Imagen Rápida de la Universidad de Michigan que está instalado en la sonda espacial Messenger de la NASA que orbita a Mercurio. También utilizó información del Observatorio Solar y Heliosférico de la NASA, que se encuentra a 1,6 millones de kilómetros de la Tierra.
En la representación de los datos como sonido, Alexander empezó transcribiendo unas 90 horas de información básica a un formato de frecuencias de audio.
Uno de los beneficios de la "sonificación" de los datos es que se puede revisar en un instante la información correspondiente a varios días.
Para que tenga sentido, Alexander tuvo que someter el material a varios procesos científicos hasta encontrar la velocidad de reproducción adecuada.
La "sonificación" es el proceso que traduce la información en sonidos. Se usa en los detectores Geiger de radiación, que emiten crujidos en la presencia de partículas de alta energía.
Alexander ha estado desarrollando esta técnica por varios años. En el 2011, su método llevó a un descubrimiento acerca de la fuente del viento solar.
El viento solar es la ola de plasma caliente, o partículas cargadas, que emana constantemente del Sol. Con su técnica, Alexander espera construir un puente entre la ciencia y el arte.
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