Nacer y morir con VIH

Este 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA; más de 25 millones de personas en el mundo han muerto por esta enfermedad

"Yo sueño con hacer una familia y también quisiera formar un albergue para ayuda a niños con VIH. Me enoja que la gente aún siga muy cerrada de su mente. Me hace llorar que el mundo no aprenda a conocer a las demás personas. Me hace reír que a pesar de todo, podemos ser felices y salir adelante", dijo Naomi, portadora de VIH.

Son los pensamientos más profundos de una joven que nació prácticamente condenada a morir. Nació con VIH.
"Si llegara a pedir algún deseo sería que se acabara toda la ignorancia del mundo y así que, como con una varita mágica, se acabara todo eso y que aceptaran el entorno que los rodea", compartió Enrique, quien también es portador de VIH.

Enrique, quien nació en las mismas condiciones, habla de sí mismo: "Enrique es una persona que solamente tiene una enfermedad, que pues no es muy comprensible para muchas personas. Para él ha sido como vivir con cualquier virus y así lo ha llevado en sui vida diaria. Ha llevado una vida pues normal, y es una persona feliz, que le gusta convivir con otras personas sin ser discriminado, sin ser tratado diferente y es una persona que quiere salir adelante".

Son dos jóvenes que forman parte de una de las primeras generaciones de recién nacidos infectados desde el embarazo, con el Virus de Inmunodeficiencia Humana.

"Para mí no fue nada así como del otro mundo, porque a mí me lo dijeron cuando estaba muy pequeño. Entonces yo crecí con la idea de pues tengo eso y ya. O sea, no fue nada así del otro mundo que yo dijera -Me voy a suicidar o ya no quiero vivir-, simplemente aprendí", añadió Enrique.

En México, las cifras oficiales señalan un acumulado desde 1983 de 250 mil personas con VIH. De ellas, 123 mil son hombres, 26 mil mujeres y 3 mil nacieron con el virus, registrándose el primero en 1985.

Cientos de miles no lo saben. Otros reciben una precaria atención y la mayoría, a más de 20 años de que el virus fuera dado a conocer, siguen siendo víctimas de discriminación.

"La gente sigue muriendo, ahora en este momento, los medicamentos se le dan al 50 por ciento de la población infectada, a los demás no se les está dando. Por otro lado, hay mucha población que está infectada y desconoce que tiene el virus, hay 150 mil personas en México que probablemente no saben que están infectadas", aseguró Lázaro Alfredo Hernández, fundador de Ser Humano.

"¡AY NO, UN SIDOSO!"

Reportera (R): ¿Cuándo entiendes la magnitud de esto?

Enrique (E): Cuando ve el rechazo de la gente en la calle, bueno más bien de las amistades o sea los sinónimos (sic) que utilizan ellos, ¿no? De ¡Ay no, un sidoso! O cómo se expresan de la enfermedad, en la escuela, pues ellos son muy cuidadosos de estos temas, hasta a veces me atrevo a decir que es como un tabú, en las escuelas. Se  maneja como si fueras algo del otro mundo, como si fuera una peste o algo que con sólo tocar te va a contagiar.

"ME DABA TODO EN PLÁSTICO"

R: Quién te discriminó.
Naomi (N): Mi tía.
R: ¿Cómo te acuerdas de esto, cómo fue?
N: Yo ya estaba grande, tenía como 13 o 12 cuando me fui con ella y me daba todo en plástico, mi jabón aparte, o sea era separa. Yo antes iba a una iglesia cristiana y una vez una "hermana", porque así nos llamamos" no se quiso despedir de mí porque le habían dicho lo que yo tenía.

DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA

Desde 1988, cada 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, enfermedad que ha acabado con la vida de más de 25 millones de personas en todo el mundo.

Este 2011, en México, los hoy jóvenes que nacieron infectados dedicarán el día a luchar por derechos como poder casarse y formar una familia.

Asimismo fortalecerán la campaña para prevenir más casos como los suyos. Y es que la solución está al alcance de todos.

"En el caso de la mujer, si está embarazada e infectada y toma los medicamentos bien, se reduce un dos por ciento que el bebé nazca con VIH, se reduce del 37 al dos por ciento".

Y mientras tanto, a ellos, sólo les queda seguir con la lucha por salir adelante.

"Ahorita ya veo las cosas más claras y creo que si me tocó a mí es por algo. Disfrutar la vida a máximo porque nunca sabemos cuándo será el último día. Me tomo mis medicamentos, trato de cuidarme. -¿Te da miedo?- miedo a morirme, sí.