CIUDAD DE MÉXICO, México, mar. 20, 2013.- A tan sólo siete días de su elección, toma forma ya el que podría ser el primer viaje internacional del Papa Francisco.
Al salir de la audiencia con el Papa, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, confirmó que el sucesor de Benedicto XVI presidirá la Jornada Mundial de la Juventud, en Río de Janeiro, el próximo mes de julio y que, además, visitará San Paulo y el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, donde se reuniera, en 2007, la Conferencia Episcopal Latinoamericana, en la que el entonces cardenal Bergoglio tuvo un rol protagónico.
"Fue el que presidió el equipo de redacción del documento, y me llamó mucho la atención su cercanía, y nos visitaba y nos decía: tomen en cuenta los destinatarios y nos señalaba a los destinatarios, son principalmente los peregrinos que vemos a diario en el santuario, gente sencilla, gente humilde, gente que tiene su fe muy arraigada, que la manifiesta en la religiosidad popular, tengan en cuenta a esa gente, a la gente de sus diócesis, a la más sencilla para que su lenguaje sea adecuado a esta gente", comentó el cardenal Francisco Robles, arzobispo de Guadalajara.
El nuevo papa, de hecho, le regaló a la presidenta de Brasil el documento final de la Conferencia de Aparecida, pero, con sentido de humor, le aconsejó que no lo leyera todo: podría aburrirse, le dijo.
El encuentro con la presidenta de Brasil duró más de media hora lo doble del encuentro con la presidenta de Argentina.
Durante la audiencia, al segundo jefe de Estado que recibe, tras su elección, el papa le mostró su entusiasmo ante la reunión de jóvenes que, dijo, es vital para la construcción del futuro y la humanidad.
Después del encuentro con la presidenta de Brasil, el papa Francisco se reunió con los líderes de las comunidades cristianas, a los que aseguró que proseguirá el diálogo ecuménico en aras de la unidad.
El papa insistió en que los cristianos, en un mundo de divisiones y rivalidades, deben ser una sola cosa.
En el pleno respeto de su estilo, al final del encuentro abrazó al patriarca ecuménico Bartolomeo I, al que le llamó mi hermano Andrea.
El papa Francisco también afirmó que los cristianos deben estar cerca de los que buscan a Dios, aunque no se reconozcan en ninguna tradición religiosa y, subrayó, que seguir redescubriendo el Concilio Vaticano II será el mejor servicio a la unidad de la Iglesia.
El papa Francisco se reunió, luego, con los líderes judíos, a los que aseguró que católicos y judíos están unidos por un vínculo espiritual muy especial.
A los musulmanes dijo que la Iglesia Católica está consciente de la importancia de la promoción de la amistad y respeto entre hombres y mujeres de diversas tradiciones religiosas y, añadió, que el intento de eliminar a Dios en la sociedad ha producido mucha violencia.
Llamó la atención que en la Sala Clementina, donde mantuviera estos encuentros, desapareciera el trono papal.
Todos se preguntan, ahora, si su nuevo estilo será seguido o no por cardenales y obispos.
"Cada quien es libre, pero pienso que en muchos sí, que va a influir en muchos, sí. Porque a veces hay competencia a ver quien trae la cruz más rica, más y, pues no, no está bien eso. Creo que si va a influir mucho ese ejemplo de sencillez y de pobreza", señaló el arzobispo de Guadalajara.
Por lo que se refiere a su agenda, el Vaticano informó que el jueves el Papa recibirá al Premio Nobel para la Paz, el argentino Pérez Esquivel, y que el domingo celebrará el inicio de la Semana Santa en la Plaza de San Pedro.
MACO
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