CIUDAD DEL VATICANO, mar. 15, 2013.- En el segundo día de pontificado del papa Francisco, el Vaticano decidió rechazar de forma firme y rotunda las acusaciones en contra del Papa, que habría estado supuestamente involucrado en la dictadura Argentina.
"La campaña contra Bergoglio, es conocida y se refiere a hechos de hace muchos años, ha sido promovida desde una publicación especializada en una campaña con un cariz calumnioso y difamatorio. No ha habido nunca una acusación concreta, creíble en su contra. La justicia argentina lo ha interrogado una vez, pero sólo como persona conocedora de hechos, pero nunca ha sido imputado por nada. Él ha negado de forma documentada con pruebas todas las acusaciones. Existen en cambio muchas declaraciones que demuestran cuanto Bergoglio, ha hecho para proteger a muchas personas en el tiempo de la dictadura militar en la Argentina. Las acusaciones pertenecen a un análisis histórico sociológico del periodo de la dictadura influido ideológicamente por elementos anticlericales para atacar a la Iglesia. En definitiva deben de ser rechazadas en forma contundente estas acusaciones", dijo monseñor Gil, portavoz adjunto del Vaticano.
Por su parte el papa Francisco quiso reunirse con todos los cardenales, electores y no electores, en un encuentro marcadamente sencillo y familiar.
En un discurso en italiano el papa les habló de la unidad y la armonía que puede y debe haber en la diversidad del Colegio Cardenalicio. Pidió a sus hermanos que sigan promoviendo el evangelio hasta los rincones más perdidos del planeta y que no se dejen vencer por el pesimismo.
"En este clima de gran amistad, nuestro conocimiento de cada uno de nosotros ha crecido y nos hemos abierto más los unos con los otros y esto es bueno porque somos hermanos", dijo el papa Francisco.
Al dejar de un lado el texto, el papa Francisco habló de la vejez que comparte dijo, por lo menos, con la mitad de los cardenales presentes.
Al improvisar el papa Francisco afirmó que la vejez es como el buen vino:
"Demos nuestra sabiduría a los jóvenes, como el buen vino que mejora con la edad, demos a los jóvenes sabiduría para la vida."
Al final del encuentro saludó a cada uno de los cardenales presentes, los abrazó, se rió con ellos, aceptó unos pequeños dones y bendijo sus objetos.
Horas más tarde salió por segunda vez del Vaticano para visitar al cardenal argentino Jorge Mejía que hace dos días sufrió un infarto. Sorprendió a médicos, enfermeros y pacientes que se quedaron sin habla al verlo entrar en la clínica en la que se encuentra hospitalizado el cardenal.
También en la residencia de Santa Marta donde sigue viviendo junto con los cardenales se ha notado ya su estilo sencillo y directo.
"Cuando llega al comedor tanto a la cena como al desayuno no se dirige al sitio pues de preferencia, puesto especial para él, sino que mira para ver donde hay un sitio libre entre los comensales para sentarse allí y poder departir durante la comida con los que tiene al lado", relató monseñor Gil, portavoz adjunto del Vaticano.
El sábado el papa Francisco mantendrá un encuentro con los medios acreditados permanentemente en el Vaticano y los que vinieron a Roma para cubrir la sede vacante, el Conclave y su elección. El domingo rezara su primer Ángelus desde la ventana de su estudio privado.
MACO
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