CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 2, 2013.- La resolución extraordinaria del 1 de enero que evitó el abismo fiscal le permitió al presidente Barack Obama cumplir su propuesta de campaña de aumentar impuestos a los ricos, pero también previno que los republicanos se enfrenten ante la culpa por el bloqueo de los recortes de impuestos para los hogares estadounidenses, señaló la revista Time en su reportaje Congress Approves Cliff Deal, Signaling Future Fights.
Además, el proyecto de ley que revirtió el alza generalizada de impuestos dejó listo el escenario para futuras batallas entre demócratas y republicanos sobre gasto federal y deuda.
"A pesar de lograr que el impuesto subiera de 35% a 39.6% para individuos que ganen 400 mil dólares o más por año, ambos partidos lamentaron no lograr un significante acuerdo para reducir el déficit, así como no fijarse en el impuesto por nómina del Seguro Social".
Michael Sivy, analista financiero, denunció en su columna de Time que esta omisión se debe a que las ganancias de este impuesto van al fondo fiduciario del Seguro Social que beneficia a trabajadores retirados.
"El Congreso justifica esta negligencia en el hecho de que este fondo no afecta al déficit, pero sí genera aumento en la deuda nacional", opinó Sivy.
Señaló que este proyecto de leyes y de recortes y aumentos de impuestos significará un alza al déficit de 4 billones de dólares en los siguientes 10 años.
"Para evitar esto, se puede elevar la edad de contabilización de años para conocer el porcentaje de ingreso por retiro, ajustar la edad de retiro, incrementar la recaudación de impuestos para cubrir 90% de los trabajadores, entre otros", comentó.
Alan Simpson, ex senador republicano y Erskine Bowles, quien fuera jefe de personal de la Casa Blanca durante el gobierno de William Clinton, le dijeron a Time que el Congreso perdió una "buena oportunidad para hacer algo y reducir sus problemas fiscales".
Dashiel Bennett, de la revista Atlantic, escribió en su columna que ante el ambiente de animosidad presente en la Cámara de Representantes y en la de Senadores, es un milagro que el trato haya salido, luego de que el vocero de los Representantes, el republicano John Boehner le dijo al líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, que se "fuera al carajo".
El 27 de diciembre, Reid llamó a Boehner "dictador" por su intención de atrasar los compromisos y el plan para evitar el abismo fiscal.
(Con información de Revista Time y The Atlantic Wired)
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