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BRUSELAS, Bélgica, dic. 12-2012.- Los Gobiernos europeos se acercaron a un acuerdo para dar al Banco Central Europeo (BCE) nuevos poderes para supervisar el sector bancario del bloque, luego de que Alemania expresara que está lista para comprometerse con el alcance de la ambiciosa reforma financiera.
La semana pasada, el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, había chocado públicamente con su par francés, Pierre Moscovici, por elementos clave del plan, pero con cada vez menos tiempo para acordar antes de la fecha límite, ambos redujeron sus diferencias para aumentar las esperanzas de un avance decisivo.
Un acuerdo sobre un supervisor bancario común es un primer paso crucial para una "unión bancaria" de mayor alcance, o un enfoque compartido de la zona euro para lidiar con los bancos caídos en desgracia que en los últimos años han hundido a países como Irlanda y España.
"Creemos que hoy hay buenas posibilidades de llegar a un acuerdo", dijo Schaeuble a periodistas tras una reunión en Bruselas con sus pares de la Unión Europea (UE). "Mi intención es que encontremos una solución para la unión bancaria antes de Navidad".
Por su parte, Moscovici dijo a sus colegas en la reunión que "todos los parámetros" para un acuerdo estaban en su lugar.
De todos modos, incluso aunque el bloque haya podido solucionar la mayor parte de sus diferencias el miércoles, quedan otras cuestiones complicadas.
En una cumbre realizada en junio, líderes de la UE prometieron que una vez que entre en vigencia un supervisor bancario común, el mecanismo de rescate del bloque tendría el poder de recapitalizar directamente a las instituciones con problemas.
Países como Francia, Italia y España están a favor de que esos poderes entren en vigencia lo más pronto posible. Pero Alemania, preocupada por la posibilidad de verse forzada a pagar la cuenta de los bancos en problemas en todo el bloque, no tiene apuros.
En sus primeros comentarios en la reunión, Schaeuble evitó cualquier discusión sobre las recapitalizaciones bancarias y dijo que llevaría más de un año lograr que el nuevo supervisor esté conformado y en funciones.
En el largo plazo, hay desacuerdos en torno a cómo debe compartirse la liquidación de los bancos problemáticos.
PROPUESTA DE CHIPRE
Un documento de compromiso obtenidoel martes y presentado por el presidente rotativo de la UE, Chipre, obtuvo un gran apoyo en la reunión, tanto de parte del BCE como de los estados miembros.
Bajo la propuesta chipriota, el Consejo del BCE tendría la decisión final en la supervisión, aunque también hace hincapié en la necesidad de tener una clara separación operativa entre la política monetaria y las tareas de supervisión. En un guiño para
Alemania, la propuesta dice que el nuevo supervisor podría no estar operativo hasta abril del 2014.
Después de tres años de medidas graduales contra la crisis, un acuerdo sobre una unión bancaria establecería una piedra angular de una unión económica más amplia y supondría el primer intento concertado de integrar la respuesta del bloque a los problemas de las entidades.
Pero para alcanzar un acuerdo, que los líderes de la UE quieren cerrar cuando se reúnan en una cumbre el jueves y el viernes, habrá que abordar las preocupaciones de Alemania, cuyo respaldo es crucial, y a la vez satisfacer a Francia y a otros países con profundos intereses en el tema como Reino Unido, Suecia y Holanda.
A Berlín le preocupa un potencial conflicto de intereses entre el papel del BCE como supervisor y como guardián de la política monetaria. Este tipo de conflicto podría producirse si el BCE decidiese mantener bajos las tasas de interés para apoyar a bancos.
Pero el tono de la reunión del miércoles fue muy diferente al que tuvo el encuentro en el que Schaeuble chocó con Moscovici la semana pasada.
Schaeuble rechazó que el consejo de gobierno del BCE tenga la última palabra sobre la supervisión de bancos, pero el miércoles dijo en la reunión que pensaba que podía concretarse un compromiso.
Pero Francia también tiene demandas. "Podemos prever grados de supervisión dependiendo del tamaño de los bancos, pero con una condición, que al final el Banco
Central Europeo tenga la responsabilidad final", dijo a Reuters esta semana el ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici.
Esta preocupación es compartida por analistas.
"El BCE a fin de cuentas es el consejo de gobierno", dijo Guntram Wolff de Bruegel, un centro de estudios en Bruselas.
"No dejar la última palabra al consejo de gobierno significa que creas una nueva institución. Si creas una nueva institución, no tendría la credibilidad del BCE", agregó.
Todos los 27 estados de la UE deben dar su aprobación para que el proyecto siga adelante, incluso aunque solo los países que integran la zona euro entrarían dentro de la unión bancaria.
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