RÍO DE JANEIRO, Brasil, oct. 23, 2012.- En Brasil acaba de entrar en vigor la ley de cuotas raciales, según la cual, la mitad de las plazas en las universidades públicas estarán reservadas para negros, mulatos o indios, sin importar su promedio escolar.
Leonardo y Thiago son dos universitarios de Río de Janeiro. Ambos provienen de familias humildes y han accedido a la universidad a través de un sistema de cuotas para estudiantes de baja renta. Thiago se define como mestizo o pardo, algo que a partir de ahora también le garantizaría una plaza universitaria, aunque no tenga la nota mínima necesaria.
El siempre debate racial ha llamado esta vez a la puerta de la universidad brasileña. Las cuotas por raza no dejan a nadie indiferente, ya que mientras unos opinan que ayudarán a paliar una injusticia histórica, otros aseguran que contribuirán a perpetuarla.
Ángela Rocha, vicedecana de la Universidad Federal de Río de Janeiro afirma que en un país esencialmente mestizo "es muy difícil establecer cuotas raciales. Corremos el riesgo de suscitar debates raciales propios de otros países y no del nuestro".
La ley parte del principio de que los más pobres, que coinciden mayoritariamente con la población negra, mulata o india, nunca han tenido una educación primaria y secundaria de calidad, algo que los deja en posición de inferioridad en los exámenes de acceso a la universidad pública, que sin embargo es la mejor de Brasil.
En opinión del estudiante André da Silva, "el negro ha quedado marginado en la sociedad brasileña. Las cuotas raciales responden a una cuestión estrictamente democrática y legitiman la lucha del movimiento negro".
Sin embargo, no son pocos los alumnos que opinan que antes de establecer estas cuotas habría que mejorar la calidad de la enseñanza básica. "Si existe una deuda con la población negra en Brasil, entonces empecemos a saldarla desde la educación primaria, enseñando por ejemplo la historia de los negros en este país, ya que ellos siempre han representado la fuerza de trabajo. El pago de esta deuda no se consigue con una ley extravagante y populista como ésta", afirman los detractores de la normativa.
Otras voces críticas alertan de que la consecuencia directa de las cuotas raciales será el aumento del fracaso académico en la universidad, "ya que al no existir una educación primaria pública que aporte la base para que estas personas puedan hacer frente a la universidad, las cuotas no servirán para nada. Estas personas se verán abocadas al fracaso académico, abandonarán sus carreras y optarán por caminos más fácile"?.
Debates aparte a partir de ahora la universidad brasileña tendrá que encontrar la manera de volver sus aulas multirraciales. Una polémica medida que en breve también desembocará en los organismos públicos.
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