PARÍS, Francia, oct. 16, 2012.- Cuadros de Pablo Picasso, Claude Monet, Henri Matisse y otros maestros desaparecieron de un museo en Rotterdam la madrugada del martes, pero no es la primera vez que ladrones con buen ojo para el arte se lanzan a la caza de lienzos muy valiosos.
Medianoche en París
En mayo del 2010, en horas de la madrugada en el Museo de Arte Moderno de París, un intruso enmascarado lo hizo ver tan fácil como el 1-2-3. Aprovechando una avería en el sistema de alarmas, el ladrón rompió un candado y una ventana y robó un Picasso, un Matisse y otras tres obras maestras valoradas en 123 millones de dólares. Quince minutos después, salió inadvertido dejando atrás sólo marcos vacíos. Aunque sus movimientos fueron capturados por una de las cámaras del museo, los tres guardias de seguridad de servicio dijeron que no vieron nada. El caso no se ha esclarecido.
Trabajo suizo
La policía de Zurich lo calificó como una "dimensión completamente nueva en la cultura criminal". Un domingo de febrero de 2008, tres hombres con pasamontañas y ropa oscura entraron al museo Buehrle media hora antes de que cerrara. Mientras uno usó una pistola para obligar al personal a tirarse al piso, los otros sustrajeron cuatro pinturas de Cezanne, Degas, van Gogh y Monet valuadas en 163 millones de dólares. Policías lo llamaron uno de los más grandes robos en la historia de Europa. Afortunadamente, los cuadros de van Gogh y Monet fueron recuperados en 2010.
A plena luz del día
En agosto del 2004, dos obras maestras de Edvard Munch, El grito y Madonna, fueron robadas del Museo de Munch en Oslo por tres hombres que blandían armas de fuego en un asalto a plena luz del día. Los ladrones obligaron a los guardias a acostarse en el suelo mientras ellos extraían las pinturas y escapaban en un auto, que la policía encontró más tarde abandonado. Las pinturas, aseguradas por 141 millones de dólares fueron recuperadas con pocos daños dos años después.
Apariencias que engañan
En marzo de 1990, dos ladrones vestidos como policías uniformados engañaron al personal del Museo Isabella Stewart Gardner en Boston para protagonizar el robo de arte más grande en la historia de Estados Unidos. Ingresaron de noche haciéndose pasar por policías que respondían a una llamada de emergencia. Una vez adentro, esposaron a los dos guardias de seguridad y los llevaron al sótano, donde les pegaron manos, pies y cabeza con cinta adhesiva a las tuberías. Los ladrones huyeron con unos 300 millones de dólares en arte, incluyendo trabajos de los maestros holandeses Vermeer y Rembrandt y del pintor francés Manet. Las pinturas siguen desaparecidas. Veintidós años después, el robo al Gardner se mantiene como el más grande de todos los tiempos a una sola propiedad.
La sonrisa de la Mona Lisa
Fue un robo que ayudó a darle el estatus de celebridad del que hoy disfruta la Mona Lisa. En agosto de 1911, la enigmática obra maestra de Leonardo da Vinci fue extraída descaradamente del museo del Louvre en París. Pablo Picasso estuvo entre los detenidos y fue interrogado por la policía. El Louvre lloró al pensar la pintura por siempre perdida. Tomó dos años descubrir al verdadero ladrón: historiadores de arte dicen que un empleado del Louvre llamado Vincenzo Peruggia la robó entrando al edificio durante horas regulares, escondiéndose en un clóset de aseo y saliendo con la obra bajo su abrigo cuando el museo había cerrado.
(Con información de Infosel y AP)
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