TOKIO, Japón, oct. 13, 2012.- Varias economías occidentales están fracasando a la hora de cumplir con sus responsabilidades ante los problemas económicos, dijo el ministro de Finanzas de Gran Bretaña, George Osborne.
Desde Tokio, donde asiste a la reunión anual del Fondo Monetario Internacional, Osborne dijo que la economía mundial enfrenta una "triple amenaza" por la crisis de la eurozona, los problemas fiscales estadounidenses y una desaceleración en los mercados emergentes.
"En estas reuniones hay una menor sensación apremiante de crisis de la que había en las reuniones anuales del año pasado, pero existe una mayor preocupación sobre lo que acecha en la próxima esquina, una mayor preocupación sobre los riesgos a mediano plazo", afirmó.
"La lección es que hay que enfrentar los problemas. Desafortunadamente, muchos países occidentales parecen estar evitando esos desafíos", añadió.
Las declaraciones de Osborne se dieron durante una reunión del FMI en la que Estados Unidos y países de la zona euro han discutido si la crisis de deuda en naciones como Grecia y España, o si una inminente contracción fiscal en Estados Unidos, representan un problema mayor.
Las economías emergentes también han registrado una marcada desaceleración en los últimos seis meses, y en esta semana el FMI recortó sus previsiones globales de crecimiento.
Gran Bretaña sufrió el mayor recorte del FMI para una economía desarrollada, con una proyección de que su economía se contraerá un 0.4 por ciento este año. El organismo instó a Osborne a retrasar algunos de sus programas de austeridad si el crecimiento continúa siendo decepcionante.
Siguen adelante
Pero Osborne reiteró que no tenía intenciones de cambiar sus planes para reducir el déficit, que son los pilares de la coalición gobernante entre su Partido Conservador y los demócratas liberales.
"En el Reino Unido estamos (...) enfrentando nuestros problemas y las reformas que se necesitan y estamos abordando nuestras deudas", dijo el funcionario.
Un lento crecimiento durante los últimos dos años significa que llevará dos años más de lo planeado originalmente para que Osborne pueda cumplir con sus metas de reducción de deuda, suprimiendo el déficit de presupuesto subyacente de Gran Bretaña.
El FMI también instó a Osborne a dejar que los llamados estabilizadores fiscales automáticos -crecientes pagos de beneficios y reducidos ingresos impositivos- sostengan la economía en vez de imponer recortes adicionales en un momento de desaceleración.
Muchos economistas prevén que el organismo de control del presupuesto, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, también dirá que Osborne no podrá cumplir con esa meta cuando divulgue sus perspectivas económicas el 5 de diciembre.
Osborne declinó comentar sobre si abandonará la meta o impondrá recortes adicionales si es necesario.
"No estamos diciendo que no se le permitirá operar a los estabilizadores automáticos", dijo. "Es una pregunta especulativa que tendría o no que contestar. Tendrán que esperar al 5 de diciembre", agregó.
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