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CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 20, 2013.- Este fin de semana comenzó a verse gran movimiento en los mercados en donde venden todo lo que se necesita para vestir al Niño Dios.
En el centro histórico, la calle de Alhóndiga concentra desde hace años, la mayoría de los comerciantes que se dedican a vestirlos.
La romería se extiende por varias calles. El mercado parece no tener fin. Hay tantos accesorios como vestidos para niños de todos los tamaños.
El ingenio de estos artesanos, no tiene límites; crean todo tipo de objetos para que el niño sea presentado el 2 de febrero en la iglesia como lo marca la tradición.
En el siglo XII, con San Francisco de Asís, cuando apareció la tradición de llevar a los niños a la iglesia. Desde entonces se comienzan a multiplicar en las casas.
La presentación a la iglesia se hace 40 días después de su nacimiento, de acuerdo a la fe católica, es decir, del 25 de diciembre al 2 de febrero son 40 días.
"En México se acostumbra que la imagen que ha estado desnudita en el nacimiento, se levante y se lleve vestida al templo con distintos atuendos o indumentarias; sin embargo aquí hay que tener cuidado; el Niño Dios no es un ángel, el Niño Dios no es un santo, se le puede vestir de alguna advocación de Cristo; como Cristo misericordioso, Cristo resucitado, Jesús de las Palomitas, de Santo Niño de Atocha, el Cristo Buen Pastor o del Niño Pa, originario de Xochimilco y en donde por cierto ya se prepara una gran fiesta en su honor el 2 de febrero", dijo el padre José de Jesús Aguilar, Vocero Arzobispado de México.
Quienes visten a los niños son los padrinos y tienen un carácter muy importante en la familia.
El 2 de febrero Día de la Candelaria, también es el día en que aquellos que encontraron en la rosca de reyes el niño, deberán invitar los tamales, que como vestir a los niños, son de las tradiciones más arraigadas en el país.
MACO
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