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CANNES, Francia, nov. 4, 2011.- Recuperar la estabilidad económica para que el mundo se asiente en la senda del crecimiento será la prioridad de la presidencia mexicana del G20, que tendrá su punto culminante en la cumbre que se celebrará los días 18 y 19 de junio en Los Cabos, en la Baja California.
El anuncio lo hizo este viernes el Presidente mexicano, Felipe Calderón, al término de la presidencia francesa del G20 con la cumbre de Cannes, en una conferencia de prensa en la que instó a que en Europa "se tomen las decisiones que todos sabemos que son indispensables" para evitar el contagio de la crisis de Grecia "a economías viables, como son la italiana o la española".
Calderón también precisó las otras cuatro prioridades en las que pretende centrarse durante la presidencia: el comercio internacional, la regulación financiera, la seguridad alimentaria y la lucha contra el cambio climático y por un crecimiento sostenible.
"En México nos esmeraremos para tener resultados" y "poner las nuevas bases de un crecimiento económico", aseguró.
Calderón avanzó que mantendrá encuentros con otros líderes para la preparación de la cita de Los Cabos y que ha sugerido la constitución de "un grupo técnico" en el que puedan participar los que quieran, así como el conjunto de las organizaciones internacionales que están en el G20 para presentar alternativas.
Sobre el comercio internacional, señaló: "vamos a insistir en el rechazo del proteccionismo" y dijo que se trata de finalizar la negociación de la conocida como Ronda de Doha para liberalizar los intercambios.
En esa prioridad se incluye el objetivo de poner en el centro del debate el problema de "los tipos de cambio exageradamente depreciados", en una alusión a China, país al que no citó.
En la agenda del crecimiento futuro tiene que estar presente la discusión" porque a su juicio una parte de los desequilibrios financieros internacionales -superávit muy pronunciado de ciertos países y déficit de otros- se deben a esos "tipos de cambio artificialmente depreciados".
Respecto a la regulación financiera, el presidente mexicano anunció que "vamos a trabajar para fortalecer el Fondo de Estabilidad Financiera" y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que estén preparados a prestar ayuda no sólo en futuras sino incluso para intervenir en la actual crisis financiera.
Justificó la inclusión de "la seguridad alimentaria" como cuarta prioridad porque el fuerte incremento de los precios de los alimentos básicos en los últimos años ha acarreado, dijo, un alza de la pobreza.
Y aunque admitió que "una buena parte de esos crecimientos de precios" obedecen a una progresión de la demanda procedente en particular de los países emergentes, eso "probablemente está exacerbado" por fenómenos especulativos.
Es más, sugirió que las políticas monetarias expansivas de algunos países desarrollados para estimular sus economías "está cierto tipo de inflación" de las materias primas -incluidos los alientos- por efecto de un desplazamiento de capitales hacia esos mercados.
Calderón comentó que durante su presidencia del G20 "México insistirá (...) en que se concrete la creación del 'fondo verde'" de apoyo a las políticas medioambientales de los países en desarrollo, y que se desarrolle el mecanismo por el que estos Estados pueden participar en la lucha contra el cambio climático mediante acciones contra la deforestación.
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