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CIUDAD DE MÉXICO, México, jun. 24, 2011.- El Presidente Felipe Calderón Hinojosa insistió este viernes que la violencia de los criminales que matan y secuestran es lo que ha causado la situación que prevalece en el país, "y no la respuesta del Estado para combatirlos".
"No hay violencia porque estén en un lugar las fuerzas federales. Es al revés: las fuerzas federales están ahí porque ahí hay violencia", enfatizó el mandatario a través de su cuenta de la red social Twitter, retomando el discurso que pronunció el jueves durante el diálogo por la paz en Alcázar del Castillo de Chapultepec.
El jefe del Ejecutivo recordó que se dice que todo es culpa del gobierno por haber mandado al Ejército a enfrentar a los delincuentes, pero aclaró que "esa premisa es equivocada".
De entrada, dijo que él también quiere un México en paz, con justicia y dignidad, un país sin violencia, y añadió que le entristece la pérdida de vidas de miles de mexicanos; las estadísticas no relevan la importancia de ni una sola de esas vidas que se han perdido.
"Me duele la vida cegada injustamente de muchos jóvenes inocentes. Me duelen sus padres pidiéndome encontrar a sus hijos desaparecidos", anotó en un mensaje, mientras que en otro posterior dijo que también le causan dolor la muerte de todos los policías, soldados y marinos, así como la orfandad de sus hijos.
Del mismo modo expuso que le pesan también los muchachos, "casi niños", que han sido reclutados por bandas, y los jóvenes sin esperanza que han encontrado la muerte.
"Como padre de familia, como mexicano y como presidente de la República, me duele profundamente este dolor de México", escribió Calderón, quien mandó al menos una decena de mensajes a través de su cuenta de esa red social.
En otro texto, el presidente se preguntó ¿qué es lo que pasó en México que nos ha llevado a esta situación que nadie quiere?, y él mismo comentó en un nuevo envío que la respuesta está en el cambio que se dio en los últimos años en la manera de operar de los grupos criminales.
"Pasamos del narcotraficante que corrompe a la autoridad para pasar por ahí, al narcomenudista que corrompe o intimida para quedarse ahí', anotó, y posteriormente escribió que antes el criminal buscaba pasar al otro lado y ahora quiere quedarse, ser el dueño de la plaza, y por eso no sólo asesina sino aterroriza.
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