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WASHINGTON, Estados Unidos, jun. 15, 2011.- El mortal efecto de la operación 'Rápido y Furioso', en la que el Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) fueron internadas ilegalmente a México, pudo haberse evitado, dijo este miércoles el congresista Darrell Issa, presidente del Comité de Reforma Gubernamental.
En la segunda de numerosas audiencias que se esperan sobre el caso, Issa conminó al Departamento de Justicia a cooperar y entregar documentos requeridos con órdenes congresionales y que no ha entregado.
Charles Grassley, senador republicano por Iowa, quien promueve la investigación en el Senado de mayoría demócrata, destacó que en lugar de detener el criminal tráfico de armas de Estados Unidos a cárteles mexicanos, ATF facilitó la compra de armas a contrabandistas y les ayudó a incrementar las compras y contrabando.
"El presidente dice que no lo autorizó, igual que el procurador general" dijo Grassley, "y han admitido que fue un serio error, pero todo indica que no fue un error", agregó.
Grassley asegura que fue una decisión consciente de altos funcionarios del Departamento de Justicia, como consta en mensajes electrónicos y documentos a los que dice ha tenido acceso. Y relató:
"El 26 de Octubre de 2009, hubo una junta de alto nivel en el Departamento de Justicia, a la que asistieron los líderes de cada componente de ese departamento, incluyendo los directores del FBI, DEA y ATF, así como todos los fiscales federales de los estados fronterizos con México, el director de la Fuerza de Tarea Contra Narcóticos y el presidente del Comité Asesor del Procurador General".
En la reunión, dijo, se preparó la estrategia del Departamento de Justicia para combatir a los cárteles mexicanos. Habló de un documento titulado 'Atacando el Flujo de Armas de Fuego en la Frontera Suroeste', en el que mencionaba textualmente:
"Decomisar armas de fuego a través de la intercepción no detendrá el tráfico de armas a México; debemos identificar investigar y eliminar fuentes que trafican ilegalmente armas y las redes que las transportan".
Según Grassley, el mensaje era claro, la identificación de las redes era más importante que la intercepción de armas. Refiere además que se convocó a los agentes de ATF y se les solicitó información sobre traficantes de armas que comprarán armas para los cárteles, entre los que el primero fue identificado como Uriel Patino, quien compró e interno grandes cantidades de ametralladoras y rifles de francotirador calibre .50, AK 47, M-16, AR-15 y otras. Luego el llevo a Jaime Ávila.
Según Grassley de todas las ventas de armas, las armerías dieron un reporte a ATF.
John Dodson, el agente que dejó al descubierto la operación en la que participó 10 meses, reportándola al Congreso, dijo en su testimonio que sabia que los individuos reclutados por ATF para comprar las armas que mediante contrabando hormiga introducían a México, las llevarían a los cárteles.
Monitoreamos todos los días como compraban pistolas AK 47, en todas sus variantes, rifles calibre .50 diariamente y vi con frustración como en lugar de llevar a cabo nuestro trabajo, sólo se nos permitía tomar notas, grabar observaciones, rastrear documentos de individuos luego que adquirían las armas.
Dijo que aunque su instinto le decía que debía intervenir e interceptar las armas, sus supervisores se lo prohibieron ordenándole que debía dejar caminar las armas hacia México.
Se supone que ATF debe ser guardián de lo que amenaza nuestra seguridad, pero fuimos obligados a hacer lo inconcebible, que tuvo consecuencias desastrosas.
Olindo Lee Casa, agente especial de ATF en la Division Phoenix, Arizona, confirmó las órdenes que se les dieron.
Dijo que el monitoreo los llevó a residencias lugares públicos y otras locaciones en Estados Unidos, en las que no actuaron, hasta que se perdió el control de las armas.
En la audiencia participan también Josephine Terry y Michelle Terry, madre y hermana del exagente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry, asesinado con una de esas armas, en Diciembre, en la frontera con Arizona.
Los legisladores dijeron que la información que reciben, les hace pensar que están ante una tormenta perfecta de la que pronto comenzaran a conocer muchos detalles y sobre todo a los responsables, para que respondan por sus errores.
Peter Forcelli agente de ATF criticó el operativo porque dijo, estas son armas que dimos a personas que matan personas, no a personas que solo querían cazar.
En el Senado, este mediodía, el Comité Internacional de Narcóticos, analizará las múltiples formas novedosas de contrabando que usan los cárteles, como túneles, ultraligeros, etc, y discutirá el reporte que difundió hace dos días, sobre la urgencia de que el Congreso estadounidense actúe para frenar el tráfico de armas ilegales a México.
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