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CIUDAD DE MÉXICO, México, mayo 22, 2011.- Once peritos mexicanos y guatemaltecos terminaron este fin de semana con la tercera fase de la búsqueda del desaparecido Rosendo Radilla en Atoyac de Álvarez, sur de México, y dejaron pendientes sus dictámenes sobre posibles excavacaciones, informó hoy la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía).
La exploración se realizó del 17 al 21 de mayo "al noroeste del campo de tiro en las afueras de la XXVII antigua zona militar" de la localidad, señaló la dependencia en un comunicado.
En los trabajos "se realizó el muestreo" en el subsuelo "en cuatro zonas utilizando la estación total para delimitar el terreno topográfico" donde pudieran estar los restos óseos de Rosendo Radilla Pacheco, un campesino desaparecido en 1974.
La labor, en la que participaron peritos de la Fiscalía, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), permitió conocer con la ayuda de un georadar y un resistivímetro si la tierra había sido removida "a más de ocho metros de profundidad".
Con ello se pretende "determinar posibles zonas a ser excavadas en fechas próximas", indicó la PGR.
En declaraciones a Efe la portavoz de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), Valeria Moscoso, dijo que la ONG, observadora del proceso, estaba satisfecha con los trabajos, en particular por la "seriedad y profesionalismo" de los peritos.
Estos tienen diez días hábiles para elaborar informes sobre el resultado de los trabajos y recomendar posibles futuras excavaciones.
"Lo que esperamos es que, si van a hacerlas, sea pronto", incluso en la temporada de lluvias que esta a punto de comenzar, y "que no pase un año más", agregó la también coordinadora del área de Atención Psicosocial de la ONG.
La activista pidió, sin embargo, mayores avances en la búsqueda de los desaparecidos, tanto una extensión del área explorada como "que se cite a personal de las Fuerzas Armadas" para tratar de determinar dónde puede haber fosas.
Una demanda más fue que los militares mexicanos entreguen planos de sus instalaciones en el municipio, que ya no existen.
En el fondo, según Moscoso, la Fiscalía mexicana debe aún afanarse por hacer "una investigación real, amplia, seria, pronta y eficiente", en mayor medida que hasta ahora.
La nueva exploración recién concluida fue la tercera desde que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) ordenó en una sentencia del 23 de noviembre de 2009 al Estado mexicano buscar a Radilla, un campesino al que supuestamente hicieron desaparecer militares en la zona en 1974, y cuyo caso fue denunciado el 15 de noviembre de 2001.
Tanto la CMDPDH como la Asociación de Familiares, Detenidos y Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (Afadem) presumen que en la zona podrían estar algunos de los 450 desaparecidos que hubo en esta región.
Las desapariciones en México sucedieron en un contexto de represión y "guerra sucia" que duró desde fines de la década de los sesenta hasta el final de la siguiente, cuando gobernaron el país Gustavo Díaz Ordaz, ya fallecido, y Luis Echeverría Álvarez, ambos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
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