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CIUDAD DE MÉXICO, México, mayo 17, 2011.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) incrementó su pronóstico de crecimiento de la economía mexicana de 3.5 % a 4.4 % en 2011, pero disminuyó el de 2012 de 4.2 % a 3.8 %.
Al presentar en Ciudad de México su último informe sobre el país, la OCDE indicó que México "está viviendo una sólida recuperación luego de la profunda recesión que experimentó" tras la crisis global de 2008, "lo que se demuestra en un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de 5.5 % en 2010 y un estimado de 4.4 % para 2011".
México, el único país latinoamericano miembro de esa organización junto con Chile, experimentará una "desaceleración del crecimiento de las exportaciones después del repunte excepcional" de 2010, pero "la fortaleza de la demanda doméstica mantendrá la recuperación en marcha", apuntó.
Los investigadores de la institución, con sede en París e integrado por 34 países, reconocen que "varios indicadores del mercado laboral han mejorado" en México, pero advierten que "el desempleo está disminuyendo de manera lenta" y sigue siendo superior al nivel previo a la crisis.
El gobierno mexicano ya empezó a retirar el estímulo fiscal vigente desde 2009 para contrarrestar la crisis y aumentó los impuestos, y "podrá poner en marcha sus planes para reducir el déficit presupuestario aún más por medio del control del gasto", destaca el reporte.
A juicio de los economistas de la OCDE, en la medida en que la inflación ha disminuido recientemente en México, "la política monetaria está en posibilidades de apoyar la recuperación manteniendo las tasas bajas en el corto plazo".
Como en otras ocasiones, el informe sobre la nación latinoamericana insiste en la necesidad de fortalecer la política fiscal para que el país pueda "resistir mejor los choques" de futuras crisis o desequilibrios.
Por ejemplo, recomienda establecer una nueva regla fiscal "que exija acumular más activos financieros durante periodos de crecimiento económico y aumento en los precios del petróleo" para que el Ejecutivo cuente con un "margen adicional para apoyar a la economía cuando enfrente choques fuertes".
Asimismo, plantea reducir la rigidez de precios de los bienes administrados y concertados y de los mercados no competitivos para dar "más espacio de maniobra" a la política monetaria y "lograr una mejor asignación de recursos".
La OCDE hace hincapié también en la importancia de mejorar la competencia y reducir las barreras de entrada a diversos mercados, en un país donde los monopolios y los oligopolios son comunes
La reforma fiscal, que dejaría a la economía mexicana con una mayor capacidad para soportar presiones de gasto, también pasa por "un sistema impositivo más eficiente y con una mayor independencia de los ingresos petroleros".
Además, es necesario eliminar "gastos fiscales ineficientes", ampliar la base tributaria y simplificar el sistema tributario, para reducir la evasión y la elusión fiscal.
Otra medida apoyada por la OCDE, aunque criticada por varios sectores mexicanos, es el aumento gradual de los precios de los combustibles, un proceso que "será necesario acelerar" para eliminar los subsidios y el impacto negativo para el medio ambiente asociado a los mismos, señala el documento.
Finalmente, el organismo recomienda combatir la informalidad ?que en México ronda el 28.5 % de la población ocupada-, reducir el costo de abrir una empresa y mejorar la calidad de la enseñanza, debido a que los estudiantes mexicanos son los últimos en las evaluaciones de la OCDE.
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