Homenaje a la bandera en Catedral Metropolitana

La banda de guerra de la Policía Federal acompañó al lábaro patrio y se entonó el Himno Nacional

CIUDAD DE MÉXICO, México, feb. 27, 2011.- El arzobispo primado de México, Norberto Rivera, advirtió que la intranquilidad, la desconfianza y el miedo son capaces de paralizar a la sociedad y hacer inútil el esfuerzo común, por lo que se requiere de confianza para superar la ociosidad.

En su homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el también cardenal agregó que la confianza es un elemento indispensable tanto en las relaciones sociales como con Dios, que es la única fuente de providencia y seguridad.

'Si estamos inquietos, angustiados, nerviosos es probable que ello ocurra porque nos falta la confianza en Dios, es el miedo que paraliza y hace ineficaz el esfuerzo. Cuando mejor se trabaja es cuando hay confianza', insistió el prelado.

A partir del mensaje evangélico de que la verdadera fe nada tiene que ver con la ociosidad o el fatalismo, recordó que el primero de los dones otorgado por Dios es la capacidad para el trabajo, a partir del cual el hombre debe satisfacer sus propias necesidades.

En este sentido explicó que no hay razón para la angustia o la preocupación por la manera en que los hombres satisfacen sus necesidades de alimento, vestido o sustento.

'Cristo no nos pone en guardia contra la ocupación sino contra la preocupación; ni contra el trabajo, sino contra la intranquilidad.Hay que ocuparse razonablemente de todo esto, pero sin intranquilizarse porque la intranquilidad es lo que paraliza la acción, lo que impide obrar como es debido', subrayó.

Rivera Carrera aseguró que existe un plan de vida y de amor para todas y cada una de las personas por el cual Dios provee y cuida de todos sus hijos, pero a partir de lo que ellos mismos logren con su trabajo.

En la misa dominical y en atención a las manifestaciones sociales que se viven en el mundo árabe, se oró por los gobernantes de las naciones para que trabajen por la paz del mundo a fin de que todos los pueblos puedan vivir y prosperar en justicia, en paz y en libertad.

Este domingo, el más cercano al Día de la Bandera, se rindió también un homenaje al Lábaro Patrio y correspondió a la banda de guerra de la Policía Federal acompañar el recorrido por la Catedral Metropolitana con el retumbar de los tambores.

Al final representantes religiosos, personal militar y fieles católicos cantaron el Himno Nacional; al concluir la ceremonia los policías, portando sus armas largas, se tomaron una fotografía con el cardenal Rivera frente al altar mayor de la Catedral Metropolitana.