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CIUDAD DE MÉXICO, México, feb 18, 2011.- México no se doblegará ante las presiones "totalmente arbitrarias e indignas" de Francia para entregar a la "secuestradora" Florence Cassez por "caprichos de personas o grupos", afirmó hoy el presidente mexicano, Felipe Calderón.
"No vamos a permitir que por situaciones totalmente arbitrarias se quiera someter a México" o dar un trato "indigno" a los mexicanos, explicó el mandatario.
En la que es su primera declaración pública sobre el conflicto diplomático con Francia, Calderón afirmó que en este caso no se trata de una "madre superiora" detenida en otros país, ni tampoco de una víctima de secuestro como ocurrió con la colombiana Ingrid Betancourt.
"Estamos hablando de una secuestradora, una mujer que formaba parte de una peligrosísima banda de delincuentes que se dedicaban a secuestrar mexicanos, que mutilaban los dedos de sus víctimas, que amenazaban a sus familias", señaló.
Añadió que las mismas víctimas "reconocieron a la señora y su voz" y recordó que Cassez fue capturada en el lugar donde tenían secuestradas a sus víctimas y a la que otros criminales han incriminado.
"Cuando hablé con el presidente Nicolás Sarkozy sobre este asunto, él ni siquiera cuestionaba el fondo del tema", precisó.
El caso de Cassez, condenada en México a 60 años de cárcel por secuestro, delincuencia organizada y tenencia de armas, ha provocado esta semana un conflicto diplomático, por el que México suspendió su participación en las celebraciones del Año de México en Francia después de que Sarkozy decidiera que en cada acto se mencionaría el asunto de la sentenciada.
El gobernante mexicano insistió en que "no se puede pensar que México, porque es un país en desarrollo y con carencias, es un país que se va a dejar. Por supuesto que no y se equivocan quienes así piensen".
Reiteró que los pueblos de Francia y México son "amigos" y siempre habrá la disposición y "la mano tendida" para profundizar las relaciones entre México y Francia, hacerlas más grandes enriquecerlas.
Insistió en que México siempre ha sido respetuoso con Francia, sus instituciones y sus jueces, y exige lo mismo para México.
Recordó la frase del ex presidente mexicano Benito Juárez: "Entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz".
Rechazó que un caso judicial que "ha sido totalmente revisado" por varias instancias judiciales pueda enturbiar las relaciones entre los dos países. "Me parece un error y no lo podemos permitir", refirió.
Insistió en que el caso de la francesa ha sido analizado por cinco juces, el de la causa, el que atendió la apelación y los tres que revisaron el recurso de amparo y "que revisaron las pruebas, una por una".
Aseguró que la posición de México es "de sentido común y de dignidad", y expresó su confianza en que tarde o temprano impere la cordura y la sensatez.
"Somos un país que queremos vivir dentro de la ley, somos una democracia libre y somos un pueblo que sufre problemas de inseguridad y que los combatimos con firmeza, por lo que no podemos permitir que por un capricho o por un interés de personas o de grupos se ponga en peligro una relación que puede ser provechosa", dijo.
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