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CIUDAD JUAREZ, México, feb 10, 2011.- Varios hombres armados irrumpieron la noche del jueves en un bar de una ciudad azotada por la violencia y mataron a tiros a siete mujeres y un hombre, informaron autoridades.
Otras tres personas fueron heridas de gravedad en el bar "Las Torres" de Ciudad Juárez en el estado norteño de Chihuahua, informó el vocero de la procuraduría estatal de justicia, Arturo Sandoval, sobre el ataque en esa comunidad que colinda con la localidad estadounidense de El Paso en Texas.
Sandoval indicó que la policía investigaba los motivos de la agresión, que es una de las frecuentes matanzas en esa ciudad, de 1.3 millones de habitantes.
Ciudad Juárez es el centro de una cruenta lucha por el control de territorios para el paso de la droga entre los llamados carteles de Sinaloa y Juárez. Ahora es una de las ciudades más peligrosas del mundo, con más de 3 mil personas muertas el año pasado por la violencia del crimen organizado.
En estado norteño de Zacatecas, ocho pistoleros y un militar murieron en un enfrentamiento entre soldados y hombres armados, informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El enfrentamiento, que también dejó dos soldados heridos, ocurrió la noche del miércoles en la municipalidad de Tabasco, cuando militares que atendían una denuncia ciudadana fueron atacados por un grupo armado, señaló la dependencia en un comunicado.
Tras el choque armado, el ejército decomisó seis armas largas, 35 cargadores, 548 cartuchos, tres radios y dos chalecos antibalas.
Tabasco se localiza al sur de la capital de Zacatecas, a unos 600 kilómetros al norte de la ciudad de México.
La violencia delincuencial se ha incrementado en las últimas semanas en Zacatecas, que se encuentra en una zona del norte con presencia de los carteles de Sinaloa, el Golfo y Los Zetas.
También en el estado de Chihuahua, varias personas dieron muerte a un hombre que se había convertido en héroe local por matar a tres individuos que querían extorsionarlo en su propia casa, informó el vocero de la procuraduría estatal.
Álvaro Sandoval Díaz, de 50 años, y su esposa, Griselda Pedroza Rocha, de 35, fueron muertos el martes en Puerto Palomas, al otro lado de la ciudad estadounidense de Columbus en el estado de Nuevo México, dijo vocero de la procuraduría estatal de justicia, Arturo Sandoval.
El mes pasado, Sandoval Díaz le disparó a cuatro hombres armados que llegaron a su casa para extorsionarle dinero, y mató a tres. Los individuos eran miembros de la banda llamada La Línea, del cartel de Juárez, dijeron las autoridades.
Varios parientes de la pareja dijeron el jueves al periódico El Diario de Ciudad Juárez que la hija de 6 años del matrimonio vio la muerte de sus padres, y anunciaron que el resto de la familia abandonará su localidad.
En tanto, la Sedena informó también el jueves que un grupo de 10 soldados mexicanos fueron detenidos por presuntos vínculos con el narcotráfico y entregados a procuradores federales de justicia, en una captura que mostraría el riesgo de corrupción entre los militares que participan en la lucha del gobierno contra el crimen organizado.
Los tres suboficiales y siete soldados fueron arrestados el martes en Baja California y llevados a la Ciudad de México el miércoles, dijo la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) en un breve comunicado.
Los efectivos estaban asignados al 67mo Batallón en la ciudad de San Quintín en el estado noroccidental de Baja California, dijo la secretaría, sin más detalles.
Los narcotraficantes han reclutado a miembros de las fuerzas armadas por años. En uno de los casos más sonados, el general Jesús Gutiérrez Rebollo fue arrestado en 1997 --cuando era el zar antidrogas de México-- por proteger al entonces líder del llamado cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes.
De igual manera, la banda delincuencial de los Zetas se formó a principios de la década de 1990 con un pequeño grupo de soldados de elite que desertaron del ejército para trabajar para el cártel del Golfo.
El presidente Felipe Calderón, poco después de asumir el cargo en diciembre del 2006, recurrió a las fuerzas armadas para combatir al narcotráfico. Ahora hay desplegados más de 40 mil militares en diversos puntos de México, en una acción que ha resultado insuficiente contra la violencia del crimen organizado que en cuatro años ha causado 35 mil muertos.
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