Ofician misa en honor de Samuel Ruiz en Chiapas

El párroco de Tila, Heriberto Cruz Vera describió a 'Jtatic', como llamaban de cariño al obispo, como un hombre paciente, abierto, que a todos escuchaba

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, México, ene. 25, 2011.- Sacerdotes que trabajaron con Samuel Ruiz García en la diócesis que presidió por 40 años de manera ininterrumpida, coincidieron que 'caminar con Jtatic, es como caminar con el Evangelio de Jesús'.

El párroco de Tila, Heriberto Cruz Vera, quien también lo acompañó en sus últimos momentos, describió al Jtatic, obispo emérito de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, como un hombre paciente, abierto, que a todos escuchaba.

En su participación en la homilía de la misa de las 12:00, presidida por el obispo Felipe Arizmendi Esquivel, agregó que la presencia de Ruiz García en esta diócesis fue un 'regalo de Dios para la iglesia universal, para la diócesis y para todos, debemos agradecer a Dios'.

Destacó que él siempre tuvo un corazón abierto, 'a todos escuchó, a nadie excluía, a los poderosos, a los que lo trataban mal, a todos escuchó'.

Relató que en sus últimos momentos de vida pidió al Jtatic que bendijera a la diócesis, 'levantó su mano e hizo una gran cruz'.

Por su parte, el prior de los dominicos en México, Gonzalo Ituarte Verduzco, recordó cuando don Samuel cuando fungió como mediador del conflicto entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el gobierno federal, y que a él le tocó acompañarlo como enlace de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) y la sociedad civil.

'El no se va, se queda su testimonio entre nosotros' expresó el fraile dominico, quien en los diálogos de San Andrés fue el secretario ejecutivo de la Conai y también vicario de Justicia y Paz en la diócesis.

En la celebración religiosa los indígenas bailaron las danzas tradicionales que han incorporado a los rituales católicos y tocaron su música tradicional con arpa, guitarra, flauta y tambor. El coro de Acteal cantó los alabados correspondientes a una misa de cuerpo presente.

En la celebración también estuvieron presentes diáconos indígenas, incluso uno de ellos leyó el evangelio durante la celebración. Luego de concluida la misa, los fieles continuaron con las guardias de honor en torno al ataúd.