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CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 23, 2011.- El cardenal Norberto Rivera Carrera destacó que la doctrina cristiana sólo se entiende a partir de que Jesús está para salvar a los pecadores, no a los justos, por lo cual "no hay salvación" para aquellos que no se reconocen como pecadores.
En su homilía dominical, el jerarca religioso consideró imposible que haya algún ser humano que no requiera rectificar su actitud o purificarse y que quienes ni siquiera sienten la necesidad de convertirse, se quedan sin posibilidades de crecer.
Este mismo sentido se pronunció la Arquidiócesis Primada de México en el editorial del semanario "Desde la fe", que este domingo fue dedicado a la santidad de Juan Pablo II.
El texto indicó que "se equivocan quienes creen que la declaración de santidad significa la divinización de un hombre o una mujer perfecta, sin errores", pues en realidad los santos son personas normales que "nos muestran un camino de conversión".
"Hay millones de santos, hay millones de grandes modelos de vida cristiana de todos los tiempos, también de nuestro tiempo. No sólo los que se declaran oficialmente, que suelen ser unos pocos, sino los miles de santos que están por todas partes en la labor diaria de la Iglesia", señaló.
De esa forma enfatizó que el anuncio de la beatificación del papa Juan Pablo II no corresponde a la "decisión de la burocracia vaticana", sino a través del sentir de millones de hombres y mujeres, es decir del reconocimiento popular de una persona santa.
Juan Pablo II es indudablemente un ejemplo para la Iglesia Católica y para el mundo y así como sus errores son parte de su humanidad, sus virtudes son dones de Dios.
El polaco Karol Wojtyla, quien en 1978 se convirtiera en el papa Juan Pablo II, prefirió el camino de la religiosidad para llevar a todos el Evangelio de Cristo, subrayó el texto emitido por el arzobispado.
Una vez que se formalice su beatificación, anunciada para mayo, el antecesor de Benedicto XVI podrá ocupar un puesto en los altares de todo el mundo.
Por esa razón el arzobispo primado de México, Norberto Rivera, adelantó que Juan Pablo II tendrá un lugar en la Catedral Metropolitana de la ciudad de México.
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