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CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 18, 2011.-Los tres jueces de Chihuahua, acusados de liberar al presunto asesino de la hija de la activista Marisela Escobedo, defendieron su sentencia.
Aseguraron que no había pruebas suficientes para condenar a Sergio Barraza Bocanegra.
El juez Rafael Boudid indicó que "la gente del Ministerio Público omitió allegar los medios de prueba suficientes para demostrar más allá de toda duda razonable su responsabilidad".
En conferencia de prensa en la Ciudad de México, los jueces Rafael Boudid, Catalina Ochoa y Nezahualcóyotl Zúñiga rechazaron que Sergio Barraza haya confesado el homicidio de su ex pareja sentimental Rubí Frayre, hija de Marisela Escobedo.
"No existió confesión, porque el acusado hizo uso de su derecho de no declarar, y por lo tanto no pudo haber confesión. Además el Ministerio Público no nos incorporo confesión alguna de dicho acusado", explicó el juez Zúñiga.
Los jueces explicaron que la responsabilidad de investigar los delitos es del Ministerio Público y no de los jueces
La juez Catalina Ochoa afirmó que "los jueces no tienen la culpa de que el acusado salga en libertad. No tienen la culpa. Una de las partes no cumple con su trabajo. El juez no tiene la culpa de ello. El juez valora pruebas que le llegan a su conocimiento".
Los tres jueces enfrentan un procedimiento de juicio político ante el Congreso de Chihuahua.
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