Norberto: la fe debe traducirse en 'obediencia total'

Por Agencia | Fuente: NOTIMEX | 2010-12-19

Llama cardenal Norberto Rivera a católicos en el último tramo del Adviento a difundir el Evangelio y aprovechar las fiestas venideras para renovar su fe

CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 19, 2010.- Para los católicos la fe se debe traducir en “obediencia total” al mensaje de Cristo y el verdadero reto y vocación que tienen es proclamar la obediencia a esa fe, es decir, ser apóstoles y difundir el Evangelio, destacó el cardenal Norberto Rivera.

En este último tramo litúrgico del Adviento, que es la preparación para el nacimiento de Jesucristo, el arzobispo primado de México llamó a aprovechar las fiestas venideras para que los cristianos renueven su fe sin duda ni equívoco.

Durante su homilía en la Catedral Metropolitana, señaló que éste es el momento propicio para que los cristianos proclamen su fe en el misterio de la encarnación y afirmen su creencia en la divinidad de Jesús tanto en su dimensión humana como en su dimensión histórica.

“No podemos desfigurar, parcializar a la persona de Jesucristo, ya sea convirtiéndolo en un político, un líder, un revolucionario o un simple profeta, ya sea reduciendo al campo de lo meramente privado a quien es el Señor de la historia”, abundó.

En este cuarto domingo de adviento, según la liturgia católica, Norberto Rivera Carrera centró su mensaje en el significado de María, que permaneciendo virgen dio a luz a Jesucristo para que se cumpliera la escritura.

El sentido teológico de la Navidad es que Jesucristo se ha hecho Dios con nosotros, un Dios cercano que ha entrado en nuestra historia y ha sellado una nueva y eterna alianza con todos y cada uno de nosotros, explicó el arzobispo.

Agregó que si de verdad cada uno de los cristianos acepta su fe, debe poner toda su confianza en Dios y dejarse conducir por su Espíritu, ya que implica aceptar el proyecto de salvación que para todos trae el pequeño encontrado en el pesebre.

En ese sentido, Rivera Carrera dijo que para los cristianos proclamar la obediencia a la fe y el mensaje de cristo no debe concebirse como una carga, sino como una gracia, un verdadero privilegio, ya que Dios “nos asocia a su hijo Jesucristo para realizar la obra de salvación”.

La alegría de la Navidad no estaría completa si nuestras miradas no se dirigiesen a María, que obedeciendo totalmente al Padre, engendró en la carne al Hijo de Dios, expuso el cardenal al destacar la importancia de la virgen como madre de Cristo y madre de todos los cristianos.

 

 

 

 

 

 

 

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