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GUATEMALA, Guatemala, abr.5, 2013.- Guatemala es catalogada por la ONU desde hace varios años como el país más violento de América Latina, debido a los más de veinte homicidios diarios por cada cien mil habitantes. Pero el delito más común en este país centroamericano es la extorsión, así lo aseveran análisis del Ministerio de Gobernación y estudios de Inteligencia Militar.
Este estudio indica que 35% de los casos de extorsión son cometidos por pandilleros, pero el resto se le atribuye a grupos que se han asociado para intimidar a personas y exigir dinero.
Autoridades aseguran que la extorsión es un fenómeno urbano asentado en cabeceras municipales y departamentales, hasta ahora la forma más utilizada para la extorsión es por la vía telefónica, a través de visitas a los negocios o autobuses urbanos y suburbanos, para que paguen una cantidad determinada de dinero.
Este nuevo delito, utilizado por las pandillas y el crimen organizado es al que se le atribuye la mayoría de asesinatos en el país, por lo que las autoridades responsables de la seguridad ciudadana invitan a la población a denunciar a quienes los amedrentan, para parar con esta ola de violencia que enluta a decenas de familias diariamente.
Datos del Ministerio Público revelan que durante el año 2012 recibieron más de 13 mil denuncias atribuidas a este delito y el noventa por ciento fue desestimado por faltar la parte acusatoria.
A pesar de que en la ciudad capital estos delitos disminuyeron en un cinco por ciento, los ilícitos siguen en aumento en el área rural del país, señalan autoridades de gobernación de Guatemala.
Expertos en seguridad atribuyen el aumento de este delito al involucramiento de las autoridades de diferentes entidades estatales en estas redes que se dedican a la extorsión, reflejado en las recientes capturas de agentes fiscales de la Policía Nacional Civil, acusados de cobrar cuantiosas cantidades con este fin.
HVI
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