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CIUDAD DEL VATICANO, ene. 13, 2013.- El Papa Benedicto XVI bautizó a 20 bebés, 11 niñas y nueve niños, durante una ceremonia que recordó la festividad católica del bautismo de Jesús y que tuvo lugar en la Capilla Sixtina del Vaticano.
Durante un sermón, que pronunció en italiano durante la celebración, el pontífice negó que el ser cristiano sea algo 'pasado de moda' o 'limitante' y aseguró que, por el contrario, profesar esta religión puede llevar a la plenitud de la vida.
Reconoció que no es fácil manifestar abiertamente y sin compromisos aquello en lo que se cree, especialmente en el contexto actual ante una sociedad que a menudo considera como 'fuera del tiempo' a quienes viven en la fe de Jesús.
'Gracias a esta mentalidad puede existir, también entre los cristianos, el riesgo de entender la relación con Jesús como limitante, como algo que mortifica la propia realización personal', constató.
'Al contrario, en el camino de fe se comprende la acción liberadora del amor de Dios, que nos hace salir de nuestro egoísmo, del estar plegados sobre nosotros mismos, para conducirnos a una vida plena, en comunión con Dios y abierta a los demás', agregó.
Recordando el pasaje bíblico que relata el bautismo a manos de Juan, el bautista, Joseph Ratzinger estableció que, al hacerse hombre, Jesús quiso ponerse de la parte de los pecadores, haciéndose solidario con ellos y expresándoles la cercanía de Dios.
Según el Papa, Jesucristo es comprensivo con los problemas de los seres humanos, su dificultad de convertirse, de dejar sus egoísmos, de alejarse de sus pecados.
'Cristo cumplió una inmersión real en nuestra condición humana, la vivió hasta el final, excepto en el pecado, y tiene la capacidad de comprender la debilidad y la fragilidad. Por eso él se mueve por compasión, elige compartir con los hombres, de convertirse en penitente junto a ellos', apuntó.
ROS
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