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MADRID, España, oct. 2, 2012 .- El jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, celebra una cumbre en Madrid con los presidentes de las 17 comunidades autónomas que forman España en un intento de aunar fuerzas frente a la crisis que atraviesa el país.
La reunión tiene lugar en medio de fuertes tensiones sobre el modelo de financiación regional, con el descontento manifestado públicamente por varios presidentes regionales con los presupuestos del estado para 2013, marcados por la austeridad que impone la necesidad de reducir el déficit público como exige la UE.
Entre los disconformes figuran algunos de los "barones" regionales del gobernante Partido Popular (PP, centroderecha) de Rajoy, como el de la Comunidad Valencia, Alberto Fabra, que anunció su intención de presentar enmiendas a las cuentas del estado.
La cumbre se celebra además a menos de un mes de las elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco, y dos meses antes de las convocadas en Cataluña.
Estas últimas fueron adelantadas dos años por el presidente regional, el nacionalista Artur Mas, para abrir un proceso soberanista en el que los catalanes puedan decidir sobre su futuro.
El Gobierno español advirtió que una eventual convocatoria de una consulta en Cataluña carecería de valor legal si no cuenta con el aval del Estado central.
Con estos temas de fondo, comenzó en el Senado (Cámara Alta del parlamento) la V Conferencia de Presidentes tras un desayuno informal al que asistieron el rey Juan Carlos y el príncipe Felipe de Borbón, heredero de la Corona española.
La mayoría de los 17 presidentes regionales, once, son del gobernante Partido Popular, y tres del Partido Socialista Obrero español (PSOE), el principal de la oposición, además del nacionalista Artur Mas, de Cataluña, la de Navarra, Yolanda Barcina, de Unión del Pueblo Navarro, y el de Canarias, Paulino Rivero, de Coalición Canaria.
Asisten también los presidentes de las dos ciudades autónomas españolas, Ceuta y Melilla, ambas en el norte de África.
La V cumbre autonómica abordará la crisis que vive el país, con la economía en recesión y el desempleo desbocado -hoy se conoció que aumentó en casi 80.000 personas el pasado septiembre- con casi el 25 % de la población activa sin un puesto de trabajo.
Uno de los objetivos de la reunión es transmitir a Europa y los mercados una imagen de unidad de todo el país más allá de las diferencias puntuales.
El PP cree que, dada la situación, no es el momento de entrar a fondo en el análisis de una revisión del modelo de financiación autonómica, causa de descontento en algunas regiones, especialmente en Cataluña, que se siente perjudicada por el actual y reclama un trato fiscal diferenciado que le permita recaudar sus propios impuestos.
Rajoy rechazó el 20 de septiembre concederle ese trato, tras lo cual el presidente regional anunció el adelanto de las elecciones autonómicas al 25 de noviembre y el compromiso de convocar en el futuro una consulta soberanista.
El presidente vasco, el socialista Patxi López, en su intervención en la cumbre, ofreció a Rajoy "todo su apoyo" si alza la voz en Europa y abogó por un pacto de lealtad institucional entre comunidades autónomas y el Estado para "salir juntos de la crisis".
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