WASHINGTON, Estados Unidos, sep. 15, 2012.- El presidente Barack Obama advirtió que la justicia llegará a quienes agredan a los estadunidenses, luego de las violentas protestas contra sus sedes diplomáticas en varios países, tras la difusión de un video ofensivo al Islam.
"Tenemos que enviar un mensaje claro y firme al mundo: aquellos que ataquen a nuestra gente no podrán evadir la justicia. No vacilaremos en perseguirlos", enfatizó el mandatario en su mensaje sabatino.
"Y jamás permitiremos que nadie estremezca la resolución de los Estados Unidos de América", advirtió.
Tras rendir un homenaje a los cuatro funcionarios estadunidenses muertos en Bangazi, Libia, a manos de una turba iracunda, Obama reafirmó que Estados Unidos respeta todas las creencias y rechaza la denigración de toda religión, incluyendo el Islam.
Sin embargo, el presidente consideró que nunca existe justificación para la violencia.
"No existe ninguna religión que apruebe ataques a hombres y mujeres inocentes. No existe excusa alguna para atacar a nuestras embajadas y consulados", indicó.
Añadió que "mientras yo sea el Comandante en Jefe, Estados Unidos no tolerará nunca los esfuerzos por dañar a nuestros compañeros estadunidenses".
Luego que el viernes visitó a las familias de los cuatros estadunidenses muertos en Bengazi, Obama dijo que su gobierno hace todo lo posible por proteger a sus ciudadanos que trabajan en el extranjero y por fortalecer la cooperación multinacional con este propósito.
"Hemos avanzado con un esfuerzo para lograr que se haga justicia para aquellos que perdimos y no cesaremos hasta que se cumpla esa misión. Por sobre todas las cosas, tenemos que reafirmar que continuaremos la labor de nuestros héroes caídos", declaró.
Obama reconoció que aunque las imágenes de las turbas iracundas eran inquietantes, pidió considerar que también hay millones de personas en todo el mundo que se identifican con los ideales de Estados Unidos.
El martes, un grupo atacó el consulado de Estados Unidos en Bengazi, Libia, provocando la muerte del embajador John Christopher Stevens y tres de sus colaboradores.
Después las protestas se extendieron por varios países, entre ellos Yemen y Egipto, luego de la divulgación un video considerado ofensivo al Islam.
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