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CIUDAD DEL VATICANO, jun. 3, 2012.- Un grupo de amigos del mayordomo papal Paolo Gabriele se dio cita hoy en la Plaza de San Pedro para expresar su solidaridad con el único imputado por el 'vatileaks', la filtración de documentos del pontífice a la prensa.
Acompañados por un sacerdote y una monja, portando globos color verde -de la esperanza-, un grupo de personas se dio cita en El Vaticano aproximadamente a las 11:30 horas locales (10:30 GMT) para rezar allí por su conocido, actualmente encarcelado.
'Lo conocemos desde hace años. Sabemos que es una persona buena y honesta. Estamos aquí para rezar por él, por la Iglesia y por el Papa', señaló a la prensa Paola Desiderio, una de las promotoras de la iniciativa.
Para sus amigos, 'Paoletto', como conocían en la Sede Apostólica al mayordomo, más que un 'cuervo' sería, en realidad, una 'paloma'. Y confían que Benedicto XVI le indultará al final del proceso judicial que deberá afrontar.
Paolo Gabriele, de 46 años, se encuentra en una celda de seguridad ubicada en el cuartel general de la Gendarmería Vaticana desde el 23 de mayo pasado, cuando fue arrestado luego de haber sido encontrado en posesión de material reservado.
A partir de este lunes comenzarán los interrogatorios encaminados a establecer su responsabilidad en la filtración de documentos confidenciales sustraídos directamente de los aposentos papales y que fueron publicados por la prensa italiana en los últimos meses.
Mientras tanto el periódico 'La Repubblica' difundió este domingo una carta atribuida al 'cuervo', como se le ha llamado al responsable de las filtraciones (aunque podrían ser varios), en la cual se asegura que el mayordomo es un 'chivo expiatorio'.
El texto cargó directamente contra los dos principales colaboradores de Benedicto XVI: el secretario de Estado de la Santa Sede, Tarcisio Bertone, y el secretario privado del obispo de Roma, Georg Gaenswein.
Junto a la misiva se incluyeron tres documentos confidenciales del pontífice que fueron facilitados al diario junto con la supuesta carta del 'cuervo' y que reafirmarían su autenticidad.
Empero, lo escrito en esas dos cartas está totalmente tachado. Se trata de 'algunas preocupantes, vergonzosas situaciones al interior del Vaticano' cuyo contenido no se publicaría completo 'para no ofender la persona del santo padre, ya muy afectada por sus ineptos colaboradores'.
El otro mensaje corresponde a asuntos relacionados con el movimiento católico Camino Neocatecumenal y con la aprobación de su liturgia, decisión fuertemente criticada por el cardenal Leo Raymond Burke, presidente del sagrado tribunal de la Signatura Apostólica.
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