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SEÚL, Corea del Sur, mar 9, 2012 Corea del Sur y Estados Unidos concluyeron hoy su ejercicio militar anual "Key Resolve", cuya puesta en marcha el 27 de febrero elevó la tensión entre los aliados y Corea del Norte, que lo consideró una "provocación" y amenazó con emprender una "guerra santa".
El ejercicio conjunto, que ha movilizado unos 200 mil efectivos surcoreanos y alrededor de 2 mil 900 estadounidenses, además de radares y aviones de reconocimiento, finalizó sin incidentes.
Durante el "Key Resolve" Corea del Norte llevó a cabo ejercicios de tiro con fuego real y con aviones de combate, indicó hoy a Efe un portavoz de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur (USFK) que aseguró, sin embargo, no haber detectado indicios de que el país comunista tenga intención de tomar represalias militares.
La semana pasada Pyongyang definió las maniobras, a través de sus medios estatales, como "una violación imperdonable a su soberanía y dignidad" durante "el período de luto" correspondiente a los 100 días posteriores a la muerte, el 17 de diciembre, de su líder Kim Jong-il.
El régimen comunista agregó, en su habitual retórica bélica, que "el Ejército y el pueblo" norcoreanos "están plenamente preparados para luchar en una guerra" contra Corea del Sur y EU.
Por su parte, los aliados han mantenido desde el inicio del "Key Resolve" que se trata de un ejercicio de simulación "de naturaleza defensiva" que se realiza cada año por estas fechas y no mantiene conexión alguna con las actuales circunstancias internacionales. Durante las maniobras, Seúl y Washington abordaron modos de prevenir la filtración de armas de destrucción masiva norcoreanas fuera de la península y manejar un grupo grande de refugiados norcoreanos en caso de ocurrir situaciones inesperadas.
En paralelo, las Fuerzas Armadas de Corea del Sur y EU llevan a cabo desde el 1 de marzo al 30 de abril otro ejercicio de defensa conjunto, el "Foal Eagle", que moviliza a unos 11 mil militares estadounidenses y divisiones menores surcoreanas.
EU mantiene unos 28 mil 500 efectivos militares en Corea del Sur para defender a su aliado de eventuales amenazas de Pyongyang, en virtud del acuerdo firmado entre Seúl y Washington al término de la Guerra de Corea (1950-1953).
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