Annan reprueba una intervención militar en Siria

Kofi Annan, enviado de la ONU a Siria, advierte sobre los efectos negativos de una intervención militar en Siria; apuesta por la vía diplomática para detener el derramamiento de sangre

EL CAIRO, Egipto, mar. 8, 2012.- El enviado de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, reprobó este jueves con contundencia una posible intervención militar en Siria y explicó que esta opción empeoraría la situación en el país, adonde viajará el próximo sábado para mediar en el conflicto.

Annan se entrevistó hoy en El Cairo con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, quien, por su parte, reiteró la necesidad urgente de que se ponga fin a los combates y se permita la llegada de ayuda humanitaria a las zonas más castigadas.

Ante la posibilidad de intervenir militarmente en Siria (una de las opciones que ha ganado fuerza a nivel internacional tras las últimas semanas de ofensiva por parte del régimen del presidente sirio, Bashar Al Asad), Kofi Annan llamó la atención sobre los efectos negativos que esto acarrearía.

"No queremos que la solución conduzca a un aumento de los problemas, debemos tener cuidado cuando hablamos de este asunto", argumentó el ex secretario general de la ONU, que coincidió con Al Arabi en apostar por la vía política para detener el derramamiento de sangre.

"Creo que cualquier aumento de las operaciones militares causaría un deterioro de la situación y la empeoraría", señaló Annan, que calificó las circunstancias actuales de "muy graves" y se mostró a favor del cese inmediato de los asesinatos y del inicio de las reformas.

Está previsto que Annan, máximo responsable de la ONU entre 1997 y 2006, visite el próximo sábado Siria para promover el diálogo entre el Gobierno sirio y la oposición, en una misión que -apuntó- ha recibido el apoyo de toda la comunidad internacional.

La iniciativa, consensuada por las Naciones Unidas y la Liga Árabe, busca mediar en el conflicto después de que la organización panárabe retirase en enero pasado a sus observadores en Siria ante el deterioro de la situación y presentase un proyecto de paz que fue rechazado por el régimen de Bashar al Asad.

A esto se une el veto de Rusia y China a varias resoluciones de condena contra Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde rechazaron cualquier injerencia en los asuntos internos del país árabe.

Como parte de su misión, el enviado especial para Siria explicó que analizará con las partes enfrentadas las "buenas propuestas" incluidas en las resoluciones árabes y el reciente texto aprobado en la Asamblea General de la ONU.

Las propuestas para solucionar el conflicto sirio se acumulan y durante el encuentro que hoy celebró con Annan el ministro egipcio de Exteriores, Mohamed Amro, abogó por una "resolución pacífica de la crisis sin internacionalizarla", opción que contó con el apoyo del ex secretario general de la ONU.

Annan se entrevistará mañana, viernes, con otros titulares de Exteriores árabes, que irán llegando a El Cairo para reunirse el sábado con su colega ruso, Serguéi Lavrov.

Mientras, los grupos opositores sirios denunciaron la muerte hoy de 56 personas en el país, 44 de ellas asesinadas por las fuerzas del régimen sirio en un barrio de Homs (centro).

Los Comités de Coordinación Local (CCL) aseguraron que esta ejecución sumaria se debió a la actividad opositora de algunas de las víctimas o de sus familiares, así como a su rechazo a aparecer en la televisión estatal dando falsos testimonios sobre la situación en Homs.

Estas informaciones, que no pudieron ser comprobadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas a la prensa por el régimen de Damasco, coinciden con la visita a Siria de la subsecretaria de Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, quien se reunió hoy con los ministros sirios de Sanidad y Educación.

Amos viajó ayer a Homs con el fin de evaluar las necesidades de la población civil, pero se encontró con que el castigado barrio de Baba Amro estaba prácticamente desierto tras un mes de bombardeos y combates entre las tropas del régimen y los soldados desertores.

Las deserciones también han alcanzado el ámbito político y, en un vídeo difundido anoche, el viceministro sirio de Petróleo y Riqueza Mineral, Abdo Hussameddin, anunció su dimisión y su paso a las filas de la oposición.

"No quiero terminar mi vida profesional sirviendo los crímenes de este régimen y por eso he elegido pasarme a la voz de la verdad, aunque sé que este régimen va a quemar mi casa, perseguir a mi familia e inventar muchas mentiras", apuntó Hussameddin.

Más de 7.500 personas han muerto en Siria en los más de once meses que dura la rebelión contra el régimen de Al Asad, según datos de la ONU, aunque los opositores calculan que esta cifra sobrepasa los 8.500.