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SANÁ, Yemen, feb 25, 2012.- Abd Rabuh Mansur Hadi juró hoy como nuevo presidente de Yemen, tras ganar las elecciones con el 98.8 por ciento de los votos, en una ceremonia realizada en la sede del parlamento en la ciudad capital Saná.
El político, quien pasó mucho tiempo en la vicepresidencia, se comprometió a preservar la unidad del país, la independencia y la integridad territorial, en el evento que fue transmitido en directo por la televisión estatal.
En el evento estuvo presente el ex mandatario Alí Abdullah Saleh, quien regresó a Saná tras un tratamiento médico en Estados Unidos, y quien cedió el poder a cambio de un amnistía para él y su
familia, reportó el canal árabe de noticias Al Arabiya.
Saleh, quien gobernó Yemen durante más de 30 años, renunció a la presidencia luego de enfrentar una rebelión popular durante 12 meses que lo obligó a negociar su salida, bajo la mediación del Consejo de Cooperación de los países del Golfo, con el respaldo de Washington.
El ex mandatario yemení, quien llegó a Nueva York el mes pasado para un tratamiento de las heridas sufridas en un atentado en junio de 2011, se había comprometido a volver a Yemen para la ceremonia de la toma de posesión.
Hadi señaló que Yemen tiene que dejar atrás el conflicto interno y hacer frente a cuestiones urgentes como la crisis económica y la cuestión de los cientos de miles de desplazados para que regresen pronto a su hogares.
"Las elecciones pasadas garantizaron a los yemeníes la esperanza y la posibilidad para las fuerzas políticas de superar el pasado. El poder en Yemen está basado en la legitimidad popular y nadie puede plantear una duda al respecto", añadió.
Según datos del comité electoral, a las urnas acudieron 6.6 millones de los 10.2 millones de los yemeníes con derecho a voto. Casi el 99 por ciento votaron el martes pasado a favor del candidato único a la primera magistratura.
El acuerdo que llevó a Hadi a la presidencia también prevé un proyecto de dos años de transición política durante el cual se convocarán a elecciones parlamentarias, la creación de una nueva constitución y la reestructuración de las fuerzas armadas.
El próximo lunes se realizará la ceremonia oficial de investidura en el Palacio Presidencial donde Saleh entregará el poder a Hadi, el veterano político de 66 años.
Sin embargo, los analistas temen que Saleh, que tiene una amplia red de relaciones con los diferentes grupos tribales, trate de mover los hilos durante el período de transición.
Hadi se enfrenta a una amplia gama de problemas, incluyendo la creciente amenaza que representa el crecimiento de la red Al-Qaeda en el territorio yemení, la pobreza generalizada y un movimiento secesionista que se desarrolla en el sur.
Al respecto, Hadi puntualizó que "una de las tareas más importantes de mi gobierno será la continuación de la guerra contra Al Qaeda y regresar a sus hogares a los desplazados por el conflicto".
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