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TEGUCIGALPA, Honduras, feb. 16, 2012.- A tan sólo veinticuatro horas de haberse producido la peor tragedia en un centro de rehabilitación en la región centroamericana, que dejó a 378 víctimas, las primeras hipótesis empiezan a surgir.
Según autoridades oficiales este lamentable hecho fue producto de un corto circuito debido al mal estado del sistema eléctrico del centro carcelario en Comayagua, ubicado a unos ochenta kilómetros de la capital Tegucigalpa, en donde se albergaba a 742 reos hondureños aún no vencidos en juicio final.
Este atroz hecho ha sido condenado por todos los gobiernos de la región centroamericana, Colombia, Chile y México, quienes se han solidarizados con el pueblo hondureño; así como también por parte de la Organización de Estados Americanos a través de su Secretario General, José Miguel Insulza, quien ha solicitado una exhaustiva investigación para esclarecer este hecho que ha enlutado a más de trescientas familias hondureñas.
Según una investigación por parte de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, los sistemas penitenciarios de toda la región centroamericana sufren de sobre población a lo que podría atribuirse esta lamentable tragedia, según en este penal luego de la primera ocurrida en el 2004 que cobró la vida de 10 privados de libertad.
La comunidad internacional ya apoya en las investigaciones para identificar a las víctimas que en su mayoría fueron calcinadas en su totalidad y a quienes se les estará identificando mediante el procedimiento de reconocimiento dactilar, odontológico o por un examen de ADN, seis médicos forenses salvadoreños ya trabajan en estos procedimientos.
Se espera que arriben en las próximas horas catorce médicos forenses chilenos expertos del Servicio Médico Legal y del Registro Civil para unirse a los procedimientos de identificación de las víctimas para entregárselas a sus familiares lo antes posible.
El gobierno del presidente hondureño Porfirio "Pepe" Lobo, ha brindado todo el apoyo a los familiares albergándolos en las cercanías de la morgue judicial hondureña, dándoles alimentación y transporte. Solamente dos cadáveres han sido entregados a sus familiares, luego de haber fallecido en el hospital nacional de Comayagua, Honduras, a quienes se les regaló el ataúd y se les estará financiando el servicio fúnebre y el sepelio en sus respectivos lugares de origen.
Autoridades oficiales han informado que aún no se tiene información de por lo menos entre ochenta y noventa reos, que se cree se escaparon durante el incendio; ya que según sobrevivientes, no fueron auxiliados por las autoridades del penal durante treinta minutos.
Luego de esta tragedia, este centro carcelario aún alberga a por lo menos 450 reos que lograron sobrevivir y que esperan ser trasladados a otros centros carcelarios del país, para que autoridades puedan trabajar en las investigaciones para esclarecer este hecho.
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