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BANGKOK, Tailandia, feb. 14, 2012.- Un extranjero perdió este martes las dos piernas en una explosión ocurrida al lado de un colegio de Bangkok y que además dañó un cabina de teléfonos y un taxi, informaron fuentes policiales.
Según la televisión tailandesa, el extranjero herido es un ciudadano de nacionalidad iraní llamado Saeib Morabi que portaba una bolsa negra con explosivos.
El teniente coronel Witthaya Poonsin, subdirector la Policía de Klong Tan, explicó a la prensa que el iraní primero arrojó una granada a un taxi que intentó alquilar y luego, al verse perseguido por agentes del orden, lanzó otro artefacto, pero se le escapó de las manos y estalló destrozándole las dos piernas.
Morabi ha sido trasladado al hospital Chulalongkorn para recibir atención médica.
Otras cuatro personas resultaron con heridas leves en ambas explosiones.
La portavoz del Gobierno, Thitima Chaisaeng, declaró a los medios locales que se ha encontrado material explosivo y varios detonadores en el apartamento que tenía alquilado el iraní, donde habitaba con otros dos compatriotas, en el barrio de Ekkamai, donde antes de los sucesos relatados hubo otra detonación.
La policía también confirmó la detención de una persona de nacionalidad iraní en el aeropuerto de Suvarnabhumi cuando se disponía a viajar a Malasia.
El sospechoso detenido, identificado como Mohammad Hazaei según apunta el diario "The Nation", había llegado a Tailandia el mismo día que Morabi.
El conductor del taxi, Sanchai Boonsoonnern, confirmó la versión de la Policía al programa de televisión Rawangpai y añadió que al ver que el "farang" (foráneo), a quien no quiso llevar porque tenía pinta sospechosa, había dañado su vehículo empezó a llamar a la policía y pedir socorro, mientras el agresor escapaba.
Al verlo huir, se lanzó en su persecución sin dejar de requerir auxilio hasta que el iraní volvió a meter la mano en la bolsa y sacó otra granada que cayó al suelo y estalló, según Sanchai.
Los incidentes ocurrieron en la calle Sukhumvit 71 y junto a la escuela Kasempithaya, en una barriada de Bangkok.
El primer artefacto explosivo dejó en la calzada un agujero de medio metro longitud y treinta centímetros de profundidad que causó grandes daños a la parte delantera del taxi, según pudo comprobar Efe.
La Policía ha desplegado en la capital tailandesa un dispositivo de seguridad para intentar arrestar a un tercer sospechoso.
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