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BUENOS AIRES, Argentina, ene. 25, 2012.- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, reasumió este miércoles sus funciones, tras una licencia médica de 20 días, con críticas al primer ministro británico David Cameron con respecto a la disputa por la soberanía de las islas Malvinas.
Con una visible cicatriz horizontal en el cuello, resultado de la operación de extirpación de la tiroides a la que se sometió el pasado 4 de enero, la mandataria reapareció en medio de una escalada de tensión entre ambos países.
La semana pasada, Cameron calificó a los argentinos de 'colonialistas' por querer recuperar la soberanía de las Malvinas, sin tomar en cuenta la decisión de los malvinenses de seguir siendo británicos.
Fernández advirtió que durante su convalecencia 'noté una reiteración de lo que llamo el reino del revés, local y global. Escuché que nos trataban de colonialistas. La verdad que uno tiene siempre la tentación de contestar, pero creo que hay que evitarlo'.
Aseguró que cuando el primer ministro británico 'dice este tipo de cosas, es porque no se tienen razones ni argumentos', y recordó que el Comité de Descolonialización de Naciones Unidas tiene abiertas 16 causas, 10 de las cuales involucran precisamente al Reino Unido.
'Una de las más emblemáticas son las islas Malvinas, pero vamos a seguir como hasta ahora, con mucha rigurosidad política y diplomática recabando apoyos' internacionales, dijo ante funcionarios y personalidades que la acompañaron en la Casa Rosada.
La presidenta aclaró que de ninguna manera, el gobierno argentino reivindica la guerra emprendida por la última dictadura militar, cuando Argentina invadió las islas en 1982 y desató un conflicto bélico que dejó 900 muertos.
Precisó que en esa ocasión, el régimen militar quería 'tapar la tragedia de 30 mil argentinos (desaparecidos) y no se les ocurrió mejor cosa que mandar a una guerra suicida a chicos que no estaban preparados'.
Fernández sorprendió al anunciar que decretará la apertura del Informe Rattenbach, que revela los pormenores de la guerra y que debería permanecer en secreto durante otros 20 años.
'Allí se demuestra claramente que la guerra no fue una decisión del pueblo argentino, sino una media desesperada para tapar una realidad. Esto es importante, porque el próximo año se cumplirán 180 años de la usurpación que hizo el gobierno del Reino Unido en Malvinas', señaló.
Subrayó que los argentinos, a diferencia de los británicos, 'no formamos parte de ninguna fuerza invasora de otros países, sólo participamos en misiones de paz'.
Fernández recomendó al primer ministro Cameron reunirse con las decenas de empresas británicas que operan en Argentina, para que sepa que no hay fundamento alguno 'para que nos tengan miedo'.
A sólo dos meses de que se cumplan 30 años del inicio de la guerra de Malvinas, Fernández adelantó: 'vamos a seguir con el reclamo que se cumpla la resolución de Naciones Unidas de sentarse a negociar y dialogar sobre esta cuestión'.
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