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BEIJING, China, ene. 23, 2012.- China y algunos países asiáticos con su influencia celebraron este lunes la llegada del Año del Dragón, de acuerdo a su calendario lunar, signo de prosperidad, según la mitología, pero los líderes advierten de los efectos de la recesión en Occidente.
Cientos de millones de chinos celebraban en familia la llegada del nuevo año, después de que los cielos de Beijing, Shanghai, Cantón y las grandes capitales chinas se iluminaran la víspera por el lanzamiento de fuegos artificiales para ahuyentar a los malos espíritus.
La llegada del nuevo año lunar, que sustituye al del Conejo, es celebrado por las familias chinas con bailes tradicionales, abundantes comidas y regalos para los niños.
Cientos de millones de obreros chinos que trabajan en las ciudades han abandonado las últimas semanas las urbes donde residen para volver a sus pueblos natales y celebrar en familia la fiesta más importante del año en el mundo chino, en el que estas festividades lo paran todo durante una semana.
La agencia oficial de noticias Xinhua informó que entre el ocho y el 22 de enero más de 80 millones de pasajeros tomaron el tren en China, ocho por ciento más que el año pasado.
Las autoridades chinas aprovecharon la ocasión para reiterar ante su población que el país debe avanzar hacia un crecimiento económico más moderado, impuesto por la crisis en Occidente.
El primer ministro Wen Jiabao, que viajó a regiones pobres de la provincia de Gansú, pidió a los funcionarios gubernamentales que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos del país.
El Año del Dragón traerá una nueva generación de líderes chinos en la cúpula del Estado, cuando el Partido Comunista de China celebre su 18 Congreso en octubre y elija al próximo presidente y primer ministro, además de renovar otros altos cargos en la administración.
Todo ello se producirá en un ambiente de incertidumbre por la desaceleración económica de la segunda economía del planeta, que ha visto cómo su crecimiento del PIB caía por segundo año: 10.4 por ciento en 2010 y 9.2 en 2011.
Las previsiones de las instituciones económicas internacionales, como el Banco Mundial y la del propio Gobierno chino, indican que el gigante crecerá en torno al ocho por ciento en 2012, su menor tasa en más de una década, como consecuencia de la crisis que sufre Occidente, en especial Europa.
Para las familias, el Año del Dragón provocará -según los expertos- un fenómeno de "baby boom", ya que muchas parejas elegirán este signo propicio para tener hijos.
La agencia de noticias china Xinhua prevé cinco por ciento de aumento en los nacimientos para el Año del Dragón, mientras el primer ministro de Singapur -donde la etnia china es mayoría- pidió a sus conciudadanos que aprovechen la ocasión para reanimar la natalidad.
"Deseo ardientemente que este año sea un año importante para los niños dragones", dijo Lee Hsien Loong en un mensaje reproducido hoy por los periódicos de la próspera ciudad-Estado.
También en Filipinas, Corea del Sur, Indonesia y Malasia -donde existen grandes comunidades de chinos de ultramar- se celebró la llegada del nuevo año lunar.
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