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ROMA, Italia, dic. 15, 2011.- El Senado italiano dio hoy un nuevo visto bueno al proyecto de Ley para introducir la exigencia del equilibrio presupuestario en la Constitución de Italia, que ahora deberá afrontar una segunda lectura.
La Cámara Alta aprobó con 255 votos favor y 14 abstenciones la reforma constitucional, que ya recibió el primer "sí" de la Cámara de los Diputados (baja) el pasado 30 de noviembre y que va en la línea con lo aprobado de modo definitivo por el Parlamento español el pasado septiembre.
Ahora la reforma para la introducción de la "regla de oro" de la exigencia del equilibrio de cuentas, que afecta, sobre todo, al artículo 81 de la Constitución italiana, volverá al debate del Parlamento de Italia dentro de tres meses, trámite habitual para este tipo de reformas.
La reforma constitucional sobre el equilibrio de cuentas fue una de las medidas que prometió el anterior jefe del Gobierno italiano Silvio Berlusconi al Banco Central Europeo (BCE) a cambio de que este comprara deuda pública italiana y fue aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 8 de septiembre.
El proyecto de ley establece el principio de equilibrio de cuentas, con el que Italia, "observando los vínculos derivados del ordenamiento de la Unión Europea, asegura el equilibrio entre los ingresos y los gastos".
El texto contempla las excepciones del recurso al endeudamiento en las "fases adversas del ciclo económico", ante acontecimientos extraordinarios o una "grave recesión económica" que no puedan ser afrontados con las decisiones presupuestarias ordinarias.
EXPULSAN A DOS DIPUTADOS DEL PLENO
El Parlamento italiano fue escenario hoy de una nueva bronca por el plan de ajuste de 30.000 millones de eurosdel primer ministro, Mario Monti, que se saldó con la expulsión de dos diputados de la Liga Norte del pleno que debatía la reforma.
Si ayer el partido federalista, socio de Gobierno del ex primer ministro Silvio Berlusconi, interrumpió la comparecencia de Monti en el Senado, hoy trasladó la bronca a la Cámara Baja durante el debate sobre el plan de austeridad.
Los diputados de la Liga Norte, el único partido que votó contra la investidura de Monti a mediados del pasado mes, silbaron y exhibieron en el pleno carteles en los que se podía leer "No, Ici", en referencia al impuesto sobre bienes inmuebles que contiene el plan de austeridad.
Entre gritos de "vergüenza, vergüenza", el ministro para las Relaciones con el Parlamento, Piero Giarda, formalizaba en nombre de su Gobierno la presentación de la cuestión de confianza sobre el plan, para blindarlo de cara a la votación mañana por la tarde del texto.
La bronca, que derivó en algunos momentos de tensión con parlamentarios de otros grupos, motivó que el presidente de la Cámara Baja, Gianfranco Fini, expulsara a dos diputados de la Liga Norte, Fabio Rainieri y Gianluca Buonanno.
La Liga Norte se ha opuesto desde un primer momento al plan de ajuste que aprobó el Consejo de Ministros de Monti el pasado 4 de diciembre y para el que la formación de Umberto Bossi ha presentado más de 600 de las más de 1.300 enmiendas planteadas en la Cámara Baja, intentando además alargar los plazos de su tramitación.
Ese elevado número de enmiendas ha motivado que el plan de ajuste, que centra sus reformas en materia impositiva y de pensiones, haya sufrido importantes modificaciones en las comisiones parlamentarias que no acaban de convencer a la mayoría de partidos, entre ellos el de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), que cuenta con el mayor número de escaños en el Parlamento.
El jefe de grupo de la Liga Norte en la Cámara Baja, Marco Reguzzoni, explicó hoy que si coinciden con Berlusconi le pedirán que ni él ni su partido voten mañana a favor del plan de austeridad, porque, según ellos, "perjudica a quien ha trabajado, trabaja y paga los impuestos".
Desde primera hora de mañana viernes la Cámara Baja comenzará el debate final del plan de ajuste, que el Gobierno ha pedido que se vote con una cuestión de confianza, mecanismo que permite saltarse el debate de enmiendas y que vincula además la permanencia del Ejecutivo a su aprobación.
La votación final del texto está prevista para las 19.30 horas (18.30 GMT) de mañana, tras lo que el plan de austeridad tendrá que pasar al Senado para su aprobación definitiva, que el Gobierno quiere que sea antes de Navidad.
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