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BEIRUT, Líbano, dic. 4, 2011.- Siria dijo el domingo que sigue negociando con la Liga Árabe ante la petición del bloque de mandar observadores a ese país, mientras aumentan las sanciones árabes y de otras naciones contra Damasco por la cruenta represión de un levantamiento popular iniciado hace ocho meses.
Los líderes árabes dieron el domingo a Siria un nuevo plazo para que responda al plan de paz de la Liga, que estipula la admisión de observadores que garanticen el cumplimiento de la tregua anunciada por el gobierno. Además, amenazaron con incluir la participación de Naciones Unidas si Siria no acepta el plan.
Siria incumplió el plazo del 25 de noviembre para permitir la llegada de los observadores de la Liga Arabe, lo que acarreó sanciones, como la prohibición de negociar con el banco central sirio.
Junto con las sanciones de Estados Unidos, la Unión Europea y Turquía, las medidas de la Liga Árabe causarán daños importantes en la economía siria y podría minar la autoridad del régimen.
La revuelta contra el régimen del presidente Bachar al Asad comenzó en marzo con protestas pacíficas, que fueron recibidas con una represión brutal.
REPRESIÓN EN SIRIA DEJA AL MENOS 22 MUERTOS
Al menos 22 personas murieron hoy por disparos de las fuerzas de seguridad y del ejército en Siria, la mayoría en la provincia de Homs, en el centro del país, informaron los opositores Comités de Coordinación Local.
Veintiuno de los fallecimientos se registraron en Homs y uno en la provincia septentrional de Idleb, en una jornada en la que vence el enésimo ultimátum de la Liga Árabe para que el régimen de Bachar al Asad acepte el envío de observadores árabes y evite las sanciones impuestas por esa organización.
En Homs, cinco personas perdieron la vida después de que el ejército lanzara misiles contra la mezquita de Ahmad al Rifai, que se incendió.
Además, un hombre y sus tres hijos menores de edad perdieron la vida en el barrio de Al Uar por los disparos efectuados por matones del régimen desde dos vehículos, mientras que en la zona de Mobarakiya un recluta del ejército murió tras negarse a disparar contra los manifestantes.
En Idleb, el conductor de un minibús fue asesinado en un puesto de control en el norte de la localidad de Maarat al Nuaman, agregaron los Comités en un comunicado.
En Damasco, los servicios de inteligencia aérea se hicieron con el cuerpo de un hombre que había sido asesinado en un puesto de control y arrestaron a algunos de sus familiares que se disponían a participar en una manifestación.
La violencia continúa en Siria, a pesar de los intentos de la Liga Árabe por propiciar una solución al conflicto.
Anoche, la organización panárabe volvió a dar otro ultimátum al régimen de Damasco hasta hoy para que acepte el envío de observadores y evitar las sanciones económicas que aprobó el pasado 27 de noviembre.
Esas medidas incluyen reducir a la mitad el número de vuelos comerciales que unen a los demás países árabes con Siria o prohibir viajar a 19 altos cargos de ese país.
Por otro lado, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó hoy que 3.789 sirios se han inscritos como refugiados en sus oficinas en el Líbano y advirtió de que las minas colocadas en la frontera pueden limitar el número de personas que huyen de Siria.
La cifra de víctimas por la represión de las manifestaciones antigubernamentales en Siria desde marzo pasado supera con amplitud las 4.000, dijo el jueves pasado la alta comisionada de la ONU de Derechos Humanos, Navi Pillay, quien agregó que el país se dirige hacia una guerra civil.
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