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SANTIAGO DE CHILE, Chile, nov. 28, 2011.- La Cámara de Diputados chilena aprobó este lunes, en tercer trámite legislativo, la partida de educación inserta en el Presupuesto de la Nación 2012, que el pasado viernes fue rechazada por la oposición en el hemiciclo del Senado.
Por 58 votos a favor y 55 en contra los legisladores de la Cámara baja aprobaron la iniciativa, lo que evita que la partida pase a comisión mixta, como pretendía la Concertación opositora (coalición opositora de centroizquierda).
En este escenario sólo irá a una Comisión Mixta (senadores y diputados) el fondo de educación que está incluido en la partida del Tesoro Público.
La aprobación se logró luego de extensas reuniones entre el Ejecutivo y parlamentarios independientes, de los que Pedro Velásquez, Miodrag Marinovic y René Alinco, decidieron entregar su apoyo al proyecto.
En esta línea, Alinco argumentó que su voto responde a la incapacidad de la oposición de dar soluciones y aseguró que la aprobación de la partida es el comienzo de una respuesta satisfactoria al movimiento estudiantil.
"Tenemos que votar a conciencia, tenemos que votar con un voto que sirva a los estudiantes, a los estudiantes de mi tierra, de la Región de Aysén (sur de Chile), una región que no tiene universidad, educación gratuita y de calidad", añadió.
"Lo que Chile necesita son cambios profundos, una nueva Constitución, eso es hacer política de verdad", sentenció Alinco, quien mantuvo su votación en suspenso hasta el último minuto.
El ministro de Educación, Felipe Bulnes, celebró la votación y sostuvo que el Gobierno a través de este presupuesto está haciendo un esfuerzo para solucionar los problemas de la educación chilena.
"Estamos muy satisfechos de que democráticamente hayamos llegado al trámite de aprobación del presupuesto de Educación", aseguró Bulnes.
Tras la votación el ministro de educación, Felipe Bulnes dijo estar "convencido que este presupuesto de Educación tiene los recursos para dar un gran salto en alivio de las familias", al tiempo que destacó que se están "casi duplicando las becas" y se está bajando "la tasa de interés de los créditos".
Por su parte, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, destacó que "el presupuesto de Educación crece más de 10 %, cuando el presupuesto general crece del orden de 5 %.
"Se allegan (agregan) recursos por más de 1.100 millones de dólares adicionales a los que había en el presupuesto del año en curso y se hace un compromiso profundo con la educación preescolar y escolar, y con la educación superior", añadió Larraín.
Respecto a las críticas en orden a que este presupuesto no solucionaría la crisis de la educación en el país, el titular de Hacienda indicó que "muchos podrán pensar que es insuficiente, pero siempre uno quiere hacer más y hemos decidido hacer este esfuerzo aún en presencia de una situación muy compleja de la economía internacional".
El pasado viernes, la sala del Senado aprobó los recursos adicionales ofrecidos por el Gobierno en su última propuesta a la oposición, que bordean los 420 millones de dólares, y despachó la partida por 14 votos a favor y ninguno en contra, sin los votos de la Concertación opositora y la regresó a la Cámara de Diputados.
La Concertación y el Partido Comunista rechazaron la propuesta presupuestaria del Ejecutivo en materia de educación, que superaba los 11 mil millones de dólares, un 7,2 por ciento más que en el presupuesto de este año.
La oposición exigió al Gobierno que inyectara mil millones de dólares más para así garantizar la gratuidad de la enseñanza universitaria al 70 por ciento de los alumnos más pobres, una fórmula con la que pretendía acercarse a las demandas de los estudiantes, que desde hace medio año están en huelga.
Los jóvenes chilenos iniciaron las movilizaciones a mediados de mayo para exigir que el Gobierno central volviera a administrar la educación primaria y secundaria, que evitara que las universidades privadas se lucren con la educación (algo que está prohibido por ley) y que garantizara en la Constitución el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad.
Todo el proceso respecto a las restantes partidas del presupuesto público chileno debe culminar antes del próximo miércoles.
Si el Parlamento no despacha el proyecto dentro de esa fecha tope, el Gobierno del presidente Sebastián Piñera dará por aprobado el presupuesto original que en términos globales establece un monto de 60 mil millones de dólares, un 5 % superior al de 2011.
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