China anuncia mejoras sociales para monjes tibetanos

Anuncia el gobierno chino que pagará pensiones y gastos médicos de los monjes tibetanos mayores de 60 años

BEIJING, China, nov 25, 2011.- El gobierno de la región autónoma china del Tíbet, dependiente del Partido Comunista, anunció que comenzará a pagar pensiones y gastos médicos a monjes y monjas tibetanos, una medida que se produce en el mismo año en que una ola de inmolaciones de religiosos de la etnia ha causado al menos 6 muertos y 5 heridos.

Así, los religiosos en el Tíbet de más de 60 años recibirán una pensión de 120 yuanes mensuales (18 dólares, 14 euros) y el gobierno pagará los gastos médicos de estos beneficiados, aunque fijará un tope máximo de ayuda por este concepto de 50 mil yuanes (7 mil 800 dólares, 5 mil 900 euros), informó hoy el diario "South China Morning Post".

Hasta ahora, los monjes budistas no tenían permitido pertenecer al sistema de seguridad social chino (que actualmente cubre apenas un 20 por ciento de la población nacional, aunque se quiere universalizar) y dependían principalmente de la caridad para subsistir.

El anuncio se produce en un año de nueva inestabilidad social en zonas habitadas por etnias tibetanas, especialmente en la provincia de Sichuan, al este del Tíbet, donde se han producido una docena de inmolaciones de las que seis acabaron con la vida de los suicidas, en su mayoría monjes y monjas.

Estos suicidios se han producido para pedir el retorno del Dalai Lama (líder religioso del budismo tibetano) o en protesta por el acoso que, según los tibetanos, sufre el monasterio de Kirti, uno de los más sagrados para la etnia, en la zona limítrofe entre ellos y los chinos han, la mayoría étnica del país asiático.

Según el diario "South China Morning Post", el gobierno comunista chino ya comenzó a ofrecer ayudas y subvenciones a los monjes tibetanos en 2008, después de las revueltas de la etnia que se produjeron en Lhasa, la capital tibetana, y otras zonas habitadas por la etnia, y que causaron una veintena de muertos.

Pekín ha prometido que los tibetanos, que habitan la zona más pobre del país, tendrán en 2020 una renta per cápita semejante a la del resto del país asiático.

China asegura que el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio, mientras que los tibetanos argumentan que la región fue durante mucho tiempo virtualmente independientemente hasta que fue ocupada por las tropas comunistas, en 1951.